El día de ayer, el cantante de cumbia Jonathan Müller, conocido artísticamente como El Villano, compartió en sus redes sociales un emotivo video donde reveló su diagnóstico de VIH positivo. En el video, relata cómo llegó a hacerse el test: “Fui al médico por un dolor de panza, porque me veía más flaco y me sentía un poco cansado. Todo salió bien, pero HIV positivo”, cuenta.
Es importante recordar que el diagnóstico de VIH es confidencial, y nadie tiene la obligación de hacerlo público. Sin embargo, gestos de visibilización como el de El Villano son valiosos: su testimonio puede ayudar a muchas personas que atraviesan situaciones similares o que creen erróneamente que “eso no les puede pasar”. Al compartir su historia, contribuye a concientizar sobre la importancia del testeo temprano, algo que aún es un desafío.
Datos epidemiológicos de Argentina y prevención combinada
En Argentina, aproximadamente 140.000 personas viven con VIH, y se estima que el 45% de los diagnósticos se realizan de manera tardía. Llegar a un diagnóstico temprano es fundamental para iniciar el tratamiento a tiempo y garantizar una mejor calidad de vida. Para lograrlo, es clave el rol del Estado en la atención primaria de la salud, mediante campañas de testeo y concientización sobre Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
A estas acciones debe sumarse el trabajo para derribar los mitos y miedos que aún persisten alrededor del VIH. El virus no discrimina por orientación sexual, identidad de género, color de piel, nivel socioeconómico ni fama: es una pandemia que atraviesa a toda la sociedad.
Para prevenir y diagnosticar a tiempo, es indispensable también fomentar el uso correcto del lenguaje: el VIH se transmite, no se contagia; y VIH y sida no son sinónimos. El VIH es el virus, mientras que el sida es una etapa avanzada de la infección no tratada.
Un concepto central que debemos difundir es “Indetectable = Intransmisible (I=I)”. Más de 25 años de evidencia científica demuestran que las personas que viven con VIH, que toman tratamiento antirretroviral y logran una carga viral indetectable en sangre, no transmiten el virus por vía sexual, incluso sin usar preservativo. Esta información es clave para combatir la desinformación y reducir el estigma.
Además, existen otras medidas de prevención combinada, como la profilaxis pre-exposición (PrEP), un medicamento que se toma diariamente y permite a personas VIH negativas reducir significativamente el riesgo de adquirir el virus en situaciones de exposición. Sin embargo, la PrEP no previene otras ITS, por lo que el uso del preservativo sigue siendo fundamental en todas las relaciones sexuales.
Hoy los avances médicos permiten que las personas que viven con VIH tengan una expectativa y calidad de vida similares a las de cualquier otra persona. Sin embargo, para lograrlo, es indispensable asegurar el acceso universal al tratamiento, incluyendo la medicación y los controles de rutina, como la medición de carga viral y el recuento de CD4, acompañamiento psicológico y seguimiento para asegurar la adherencia al tratamiento.
La visibilización, la información basada en evidencia y el respeto son herramientas fundamentales para construir una sociedad libre de estigma y discriminación.
Sin salud Pública no hay respuesta al VIH
En el contexto actual, la respuesta sanitaria frente al VIH y otras infecciones de transmisión sexual atraviesa una situación crítica a nivel nacional. Se registran faltantes sostenidos de insumos fundamentales como reactivos para realizar estudios de carga viral y CD4, esenciales para el seguimiento clínico de las personas con VIH. Esta situación se viene denunciando desde hace meses, sin respuestas concretas por parte del Estado.
Además, hay un faltante generalizado de preservativos, lo que dificulta gravemente las estrategias de prevención. Las entregas están interrumpidas y el Estado nacional no brinda información clara sobre los motivos ni sobre cuándo se regularizará la distribución. Esta falta de insumos vulnera el derecho a una prevención efectiva y libremente elegida.
Cabe destacar que el 64% de las personas que viven con VIH en Argentina se atienden en el sistema público de salud, según datos del Boletín N.º 41 de Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina (2024). Por eso, cualquier interrupción o retroceso en la provisión de recursos afecta directamente a la mayoría de quienes acceden a diagnóstico, tratamiento y seguimiento a través del Estado.
Este panorama refleja un claro retroceso por parte del Estado en su compromiso con las políticas públicas de salud sexual y VIH. En lugar de avanzar en la implementación efectiva de la Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, se observa un debilitamiento institucional que pone en riesgo derechos fundamentales.
A esto se suma el preocupante silencio institucional. La Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e ITS —espacio creado por la Ley Nacional— no se convoca desde agosto de 2024, a pesar de que la normativa exige al menos tres reuniones anuales con participación de organizaciones de la sociedad civil. La ausencia de información oficial y de diálogo sostenido con las organizaciones agrava el panorama y refleja una alarmante falta de compromiso político en un momento crítico.
Información precisa y clara. Me encantó