Creció la desigualdad social: la brecha de ingresos entre ricos y pobres se multiplicó 20 veces

De acuerdo al INDEC, durante el cuarto trimestre de 2018, se agravó la desigualdad debido al empeoramiento de las condiciones laborales. Puntualmente, el 10% más rico del país ganó 20 veces más que el 10% más pobre, cuando en igual trimestre de 2017 este cociente se ubicaba en 17 veces.

En 2018 el Coeficiente de Gini quedó en 0,434 puntos entre octubre y diciembre, frente al 0,417 registrado en el mismo período de 2017, informó el INDEC. El 80% de la población ocupada recibe ingresos de hasta $28.000.

Durante el cuarto trimestre del año pasado se agravó la desigualdad debido al empeoramiento de las condiciones laborales. Puntualmente, el 10% más rico del país ganó 20 veces más que el 10% más pobre, cuando en igual trimestre de 2017 este cociente se ubicaba en 17 veces.

Estos datos muestran que no solo en la segunda mitad del año la pobreza se elevó al 32%, sino que lo hizo incrementando la distancia entre los más pobres y los más ricos. De este modo, el 10% más rico del país se quedó con el 32,3% del total de la riqueza producida en el último trimestre.

En efecto, esta brecha de ingresos entre las personas más pobre y las más ricas, registraba en el último trimestre de 2017 una distancia de 17 veces, la más baja del gobierno de Cambiemos. Desde entonces la distribución del ingreso se fue haciendo más desigual. Así lo refleja también el coeficiente de Gini, un indicador que vale 0 para la perfecta equidad en la distribución del ingreso y 1 para la desigualdad más extrema.

El Coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas alcanzó en el último trimestre del año un valor de 0,434 puntos, contra 0,417 de igual período del 2017, uno de los mejores valores de la distribución.

Medido de otra manera, el Indec dio cuenta de que el 10% de los hogares más ricos concentraron a fines del año pasado el 32,3% de los ingresos, mientras que el 10% más pobre solo el 1,6%. A finales del 2017 esa relación era de 31% contra 1,8%.

El Indec también informó que el 80% de la población ocupada recibe ingresos de hasta $28.000. Esta desmejora en la distribución del ingreso se dio en un año en que la inflación fue del 47,65 y la actividad económica cayó 2,6%.

Este empeoramiento fue acompañado por el avance de la informalidad laboral que en los últimos tres meses del año pasado trepó al 33,7% de los asalariados (versus 32,6% un año atrás).

En consecuencia, en el último trimestre la mitad de los argentinos tuvo un ingreso per cápita familiar menor a $8.250 y solo el 10% de los argentinos contó con más de $21.800 al mes. Así el ingreso per cápita promedio se ubicó en $11.231, precisó el Indec.

Las familias del 10% más pudiente tuvieron ingresos superiores a los $65.000 mensuales en el promedio de octubre, noviembre y diciembre. En tanto, el 10% más pobre de los hogares sobrevivió con menos de $3.550 por mes.

Si solo se tiene en cuenta el ingreso individual, y no cómo se reparte al interior de las familias, la mitad de los argentinos ganó menos de $14.000 y únicamente el 10% más rico superó los $35.000 al mes. Es que el 60,8% tiene alguna forma de ingresos (laborales, pensiones, asignaciones, pensiones) y 39,1% de la población no cuenta con ellos.

Mientras que si se mira solamente la población ocupada, el registro del cuarto trimestre muestra que la mitad de las personas con alguna ocupación recibieron un ingreso inferior a los $15.600 y únicamente el 10% mejor remunerado superó los $35.000.

En tanto, al hacer foco en la población asalariada -donde se elevó la incidencia del trabajo en negro- se observa que la mitad de los empleados ganaron menos de $17.000.

Por consiguiente, la mitad de las familias argentinas tuvo un ingreso de menos de $26.000 mientras que las familias del 10% más pudiente tuvieron ingresos superiores a los $65.000 mensuales en el promedio de octubre, noviembre y diciembre. En tanto, el 10% más pobre de los hogares sobrevivió con menos de $3.550 por mes.

De ese 60,8% con ingresos propios, más de la mitad (31,3%) son mujeres y sin embargo el 57,7% del ingreso total se lo apropian los varones y 42,3% queda en manos de mujeres, una décima más que un año atrás.

Esta brecha de ingresos se explica principalmente por lo que sucede en el primer decil (el 10% más pobre) y el décimo (el 10% más rico). Es que cuando se observa la distribución entre la población más pudiente, los varones ganaron 21% más que las mujeres, en tanto entre los más desfavorecidos esta brecha se achica al 5,7%. No obstante, son tres los deciles (segundo, sexto y octavo) en los que los ingresos de las mujeres superaron en media al de los hombres.

A su vez, cuando se observa la composición de los ingresos se observa que en todos los deciles las mujeres contaron con un porcentaje mayor que los varones de ingresos no laborales. 

Fuente: INDEC

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