Quienes tienen acceso a un sinfín de información y herramientas para detectar lo verdadero de lo sospechoso, tienen por delante un ejercicio ciudadano fundamental: elegir si somos parte de la solución a somos parte del problema.
En tiempos de coronavirus y redes sociales, noticias falsas y cadenas de whatsapp misteriosas, ejercer nuestro derecho a la comunicación requiere reforzar ciertas prácticas, que son individuales y colectivas. Todas las personas necesitamos estar informadas, todas necesitamos tomar medidas de precaución y en este contexto actual resulta que la sobre-circulación de la información, la información básica se desvanece los comunicados oficiales realizados por expertos se anulan y las tareas de prevención se desvanecen. Desde la Organización Mundial de la Salud llamaron Infodemia a la cantidad de información falsa y tergiversada.
Aprender de lo que ya sabemos
Sabemos que modificar las prácticas de las personas llevan tiempo, porque de algún modo hacemos nuestra vida diaria de modo automático. Porque leemos o escuchamos las noticias pero siempre creemos que lo que se anuncia que está pasando, en realidad le pasa a otros. Prueba de ello es la falta de uso del cinturón de seguridad para conducir o del uso del casco para andar en motocicletas. Las personas sufren accidentes o mueren por no internalizar conductas de modo rutinario.
Hay un listado extenso de información que poseemos, de prácticas riesgosas que conocemos, porque nos lo dijeron, se hicieron campañas, pero de todos modos, lamentablemente no todos acatamos. La prohibición de fumar tabaco en lugares cerrados es quizá un hito en nuestro funcionamiento social, modificando incluso la costumbre en nuestros hogares.
Si bien no pueden comprarse todos los virus que fueron declarados pandemia por la OMS, porque en cada caso hay abismos de distancia, si podemos aprender de un largo recorrido que hicieron organizaciones sociales, Estados Nacionales y profesionales de la salud sobre la respuesta mundial al VIH.
El pánico no educa, la información sí
La transmisión de virus necesita ser mediada de información clara, precisa y limpia de todos aquellos agregados que cada persona decide poner. A veces, a título personal, para agregar impacto a la información, a veces con intenciones de guiar la situación actual de pandemia por coronavirus a un estado de la cuestión específico social y político.
La información sobre el virus impacta en cada provincia, departamento, e institución en un entramado complejo de realidades. Por ello la comunicación sobre esta información debe ser resguarda y transmitida del modo menos “ruidoso” posible.
En estos días de cuarentena, circular información chequeada es un acto de ciudadanía comunicacional indispensable. Cada información compartida por whatasapp, cada posteo o publicación en otras redes contribuye a la prevención o contribuye a la paranoia. Saber reconocer la diferencia es quizás un ejercicio tan indispensable como aprender el correcto modo de lavar nuestras manos.
Donde mantenerte informado:
Descargar informes diarios: https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/informe-diario
Información general: https://www.argentina.gob.ar/salud/coronavirus-COVID-19
Información de la Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019
Mitos sobre el coronavirus: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters
