A casi cinco años de la desaparición de Milagros Avellaneda y su hijo Benicio Coronel, esta mañana comenzó el juicio contra el único imputado: Roberto Carlos Rejas.
Rejas está imputado por homicidio agravado por alevosía, en el caso del niño de dos años, y por homicidio agravado por el vínculo, privación ilegítima de la libertad y violencia de género por la joven de 26. Rejas estuvo dos años con prisión preventiva, pero los extensos plazos de la justicia tucumana lo dejaron en libertad.
El último dato que se tuvo de la joven y su hijo fue el 28 de octubre del 2016, cuando estuvieron con el perito criminalístico y guardicárcel de la Policía a quien Milagros le reclamaba la paternidad del niño. Esa noche, Milagros envío mensajes de audio a su amiga avisando que le había pegado.
Amalia Ojeda, mamá de Milagros y abuela de Benicio, desde la desaparición de ambos no tuvo un solo día de descanso buscando respuestas que aún no encuentra y espera que el juicio le traiga algo de paz.
Organizaciones de mujeres, feministas y sociales concentran en las inmediaciones de Tribunales Penales acompañando el inicio del juicio. Luego, marcharán hasta la Legislatura de Tucumán para exigir justicia por el femicidio de Paola Tacacho.
La particularidad de este juicio es que jamás se encontraron los cuerpos de las víctimas, sin embargo la fiscalía y la querella decidieron imputador y juzgar por el delito de homicidio a raíz de las pruebas obtenidas. Un caso similar en la provincia fue el de la docente, Beatriz Argañaráz; el estudiante de Buenos Aires, Miguel Bru; la turista suiza, Annagret Wurgler; el ama de casa de la Capital Federal, Marcela Monzón y la embarazada Stella Pugliese en donde se dictaron condenas por sus asesinatos sin que se hayan encontrado los cuerpos.
