El único imputado es Ricardo Horacio Puenzo por el crimen cometido en noviembre de 2020 por homicidio triplemente agravado por alevosía, odio a la identidad de género y por tratarse de un femicidio con uso de arma de fuego.
Comenzó el debate oral por el transfemicidio de Alejandra “La Power” Benítez. El único imputado es Ricardo Horacio Puenzo por el crimen cometido en noviembre de 2020 por homicidio triplemente agravado por alevosía, odio a la identidad de género y por tratarse de un femicidio con uso de arma de fuego.
También esta acusado de tentativa de homicidio en contra de Diego Raúl Mercado, amigo de la joven, quien será testigo durante el juicio.
Se trata de una acusación histórica para Tucumán por ser la primera vez que desde el inicio de la investigación el crimen es considerado como transfemicidio. Y es el segundo caso donde se juzga bajo es carátula.
El Tribunal a cargo del juicio oral está conformado por la Jueza María Balcazar (presidenta), el juez Rafael Macorito y la jueza Isabel de los Ángeles Méndez. Serán 24, los y las testigos que se presentarán durante el juicio por el transfemicidio. En primera audiencia, son más de 113 personas que siguen el proceso de manera online, modalidad elegida por el contexto sanitario actual.
Durante la presentación del caso, el fiscal Carlos Sale reconoce que Alejandra era parte de un colectivo de personas vulnerables por las desigualdades estructurales de género, con una esperanza de vida de entre 35 y 41 años. Alejandra no llegó a alcanzarla.
Por la querella, Carlos Garmendia adhiere a la totalidad de las expresiones del Ministerio Público Fiscal y agrega que “Alejandra vivía en una situación de prostitución, medio de vida al que la sociedad la colocó. La mayoría de la población trans tiene este destino”.
“Esto la llevó a cruzarse con Puenzo (el imputado por su tranfecidio)”, agrega Garmendia. La querella adelantó que pedirá la máxima pena para Puenzo por el transfemicidio de Benítez, siguiendo el la calificación de agravado del artículo 80 del Código Penal, en sus incisos 4 y 11.
Por su parte, Cergio Morfil, defensa del imputado junto a Silvia Furque, marcó que la Justicia no debe atender a lo que ciertos colectivos puedan reclamar y declaró como inocente a su defendido.
La presencia de la abogada Soledad Komaid, del Cuerpo de Abogados del Ministerio de Justicia de la Nación, por la acción civil, marca un importante antecedente para valorar la pérdida económica que causó la muerte de Benitez en su familia y en el colectivo trans.
Komid, sostuvo que Alejandra era el sostén emocional de su mamá, se preocupaba por su bienestar cotidiano y de ayudarla económicamente. También, señaló que se encargaba de mantener a su sobrina, Morena Benítez, de cinco años, bisnieta de Rocha.
“Ella, como mujer trans, ha vivido una vida expuesta a la violencia, a la discriminación en todos los ámbitos. Yo no diría que estaba atravesada por una vulnerabilidad, yo diría que estaba atravesada por una hiper vulnerabilidad”, agregó Komaid, y señaló que “el sistema judicial tiene la responsabilidad de realizar un trabajo reparatorio por todos los daños sufridos y que se pueda poner en valor la pérdida que implica la muerte violenta, que es la peor de las expresiones de la violencia de género de Alejandra Benítez“.
Desde 2017 fueron siete las muertes violentas de mujeres trans que sacudieron a Tucumán y dejaron expuestas las condiciones de vida que atraviesa el colectivo: Ayelén Gómez, Cynthia Moreira, Vanesa Solórzano, Lourdes Reinoso y Gala Perea. El último, fue el de Victoria Nieva, sucedido en abril de este año.
