Por Belén César
El rock and roll surgió como género musical en los Estados Unidos en los años 50, producto de la fusión entre diversas corrientes musicales tales como el folk, el hillbilly, el bluegrass, el country, el western y el R&B, ganando rápidamente popularidad nacional e internacional a través de artistas como Elvis Presley, Bill Haley y Alan Chaile. En Argentina, la difusión de sus temas a través de radios y discos despertó en muchos músicos el interés por emular los novedosos sonidos y ritmos que lo caracterizaban.
La escena musical en Argentina en los años 50 estaba compuesta por el tango de larga tradición urbana, el folklore el cual vivía un boom alimentado por la inmigración interna, la música melosa donde era realmente influyente el peso de países europeos como Francia e Italia, los boleros y baladas románticas como las de Frank Sinatra, mientras que ritmos tropicales y latinoamericanos -la cumbia- habían comenzado a dejar su huella en Argentina.
La influencia del rock and roll en Argentina generó diversas expresiones artísticas y movimientos musicales originales, que en muchos casos alcanzaron una gran popularidad. Fue uno de los primeros países en utilizar masivamente el español en el rock and roll, para comunicar y describir temáticas afines a su propia idiosincrasia y abundantes referencias a la geografía local.
En 1964 al igual que en el resto del mundo el fenómeno The Beatles tuvo una fuerte repercusión en la Argentina. El rock internacional empalmó con una generación (nacida aproximadamente entre 1945 y 1960), politizada y movilizada a través de organizaciones estudiantiles y sindicales, que comenzaba a enfrentarse en la calle a las dictaduras militares (sobre todo a partir de 1966), con una activa participación de los jóvenes, tanto varones como mujeres, de la extensa clase media del país.
El 24 de marzo de 1976, el gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón fue derrocado por un golpe de Estado cívico-militar que se autodenominó Proceso de Reorganización Nacional, abriendo uno de los períodos más oscuros de la historia argentina, marcado por la represión, censura y la masiva desaparición forzada de personas(ver columna del 24/3). El rock argentino, al igual que la sociedad en su totalidad, sufrió el período de mayor censura de su historia. El rock era percibido como de carácter subversivo por los militares, y en un discurso de 1976 el almirante Emilio Massera, denunció a sus músicos y fanáticos como potenciales subversivos. Varios músicos y bandas argentinas dejarían el país e irían a Estados Unidos o, sobre todo, a Europa; especialmente a España (donde su legado influyó en el devenir del rock en ese país)
Entre los movimientos rockeros argentinos se destaca el “rock nacional”, denominación que se generalizó desde la década de 1980 para denominar una corriente heterogénea surgida en la segunda mitad de la década de 1960, que reconoce tres grandes bandas fundadoras (Los Gatos, Manal y Almendra), compositores como Luis Alberto Spinetta y Charly García y el estallido latinoamericano impulsado por grupos como Soda Stereo.