Por despidos y contratos no renovados a su finilización, BGH pasó de tener 375 trabajadores a sólo 48. Los aumentos de las importaciones, el fin de subsidios y los tarifazos de los servicios públicos fueron las principales causas.
La planta tucumana de la empresa BGH cerró definitivamente sus puertas, luego de 50 años de funcionamiento. La empresa atravesaba una larga crisis financiera y dejó desempleados a 48 operarios que trabajaron hasta el viernes pasado.
“Como consecuencia de la dinámica del mercado local, que alteró la sustentabilidad económica de la planta de Tucumán, BGH debió tomar la difícil decisión de proceder al cierre definitivo de dicha operación”, señaló la empresa en un comunicado.
“Acordamos que la empresa va a pagar el 100 por ciento de las indemnizaciones y a los compañeros que entraron por consultora se les reconocerá la antigüedad”, informó Marcelo Sosa, secretario general de la UOM. El dirigente teme por la futura reinserción laboral de los operarios debido a las tareas específicas que realizaban, ya que “era la única planta en todo el NOA” que se dedicaba al reciclado de celulares y decodificadores”. El dirigente expresó -en varias oportunidades- que considera que la gestión de Mauricio Macri “abrió la libre importación, quitaron subsidios, aumentaron los insumos, la luz, el gas, propiciando el cierre de la empresa”
Los orígenes
BGH, una empresa de capitales nacionales, se instaló en Tucumán durante la década del 70. Luego de la crisis de 2001 dejó de fabricar aires acondicionados y hornos microondas para transformarse sólo en recicladora de celulares y decodificadores, principalmente de televisión satelital.
Luego de alcanzar su esplendor entre 2005 y 2011, con el boom de la telefonía celular, en los últimos meses el reajuste en las tarifas de los servicios públicos, sumado al incremento de las importaciones, puso en jaque a la fábrica instalada sobre la ruta 9, en el acceso norte de la capital tucumana.
“La empresa llegó a tener 375 trabajadores. Los problemas, anteriormente mencionados, comenzaron a percibirse en 2015, y en noviembre pasado empezaron los despidos y sus responsables advirtieron que podrían cerrar si no había una mejoría en los índices económicos”, indicó Sosa.
Los rumores finalmente se confirmaron y “48 compañeros: técnicos, operarios y oficiales quedaron en la calle”, explicó el dirigente de la UOM, agregando que “…el gobierno nacional no hace nada para frenar esto y cada día se nos hará más complicado tratar de que las empresas mantengan la cantidad de empleados”.