Hoy se cumplen 50 días buscando a Tehuel de la Torre, un varón trans de 22 años del conurbano bonaerense, que el pasado 11 de marzo salió de su casa y aun no volvió. Por el caso hay dos detenidos: Luis Alberto Ramos (37), el hombre que lo había convocado por un trabajo y que, según fuentes de la investigación, tiene antecedentes de violencia y por venta de drogas. El otro detenido es Oscar Alfredo Montes (46), quien también tiene antecedentes penales por abuso sexual.
Su familia y la comunidad LGBTI+, continúa exigiendo que se investigue qué pasó, que se formulen hipótesis de investigación acordes a los muy frecuentes delitos de los que son víctimas en mucha mayor medida las personas trans.
En un comunicado firmado por más de 500 organizaciones, expresaron que “si bien entendemos como positiva la medida de ofrecer una recompensa por el aporte de datos a la causa judicial, seguimos exigiendo que se multipliquen los esfuerzos para buscarlo, abrazando a quienes lo conocieron, lo extrañan y no cesan su búsqueda”.
“¿Qué pasó con Tehuel? No sabemos nada de él desde que salió a buscar trabajo el 11 de marzo. Se vio expuesto como todas las personas trans que vemos vulnerado nuestro derecho al empleo formal, con búsquedas que nos excluyen CIStematicamente del mundo de trabajo, que es la puerta de acceso a muchos otros derechos ganados como sociedad, pero que aún no son efectivamente para todEs por igual. Por eso seguimos exigiendo que sea ley el cupo e inclusión laboral travesti trans”, agregaron.
Sostienen que, a pesar de que Argentina es un país de vanguardia en materia de derechos LGBT, “existe una violencia que es estructural hacia nuestro colectivo LGBTI+ en general y en particular sobre la población travesti, trans y no binaria”.
“Hablar de la falta de acceso a derechos es hablar de falta de justicia y necesitamos la garantía de acceso a procesos judiciales acordes a las condiciones de existencia de la población travesti, trans y no binarie. Existe una relación directa entre la criminalización de las personas trans y travestis, los delitos y crímenes por prejuicio a la identidad de género y su expresión”, señalaron.
Además, la falta de políticas públicas se traduce en “el escaso acceso al trabajo formal, a la educación y a la salud de las personas travestis, trans y no binaries. Lo vemos en la escasa representación política de nuestras comunidades. En el paupérrimo promedio de vida de nuestro colectivo y en la falta de una agenda emocional que nos haga beneficiaries de un amor y valoración social que aún se nos adeuda”.
“Que hoy nos falte Tehuel, es una expresión clara de estas estructuras cisexistas y heteronormadas que siguen produciendo vidas menos vivibles, vidas en condiciones precarias tanto materiales como simbólicas, menos celebrables y menos legítimas que otras en un mundo que distribuye desigualmente la violencia y que sigue cayendo, repetidamente, sobre nosotres”, denunciaron.