Tras 20 años en funciones públicas, el ex gobernador y ahora ex senador José Alperovich queda sin fueros al concluir el mandato que lo llevó a ocupar una banca en el Congreso de la Nación en 2015.
Si bien los últimos dos años la banca permaneció vacía ya que solicitó licencia sin goce de sueldo luego de ser denunciado por abuso sexual por su ex sobrina segunda y colaboradora en la campaña política, será la primera vez en mucho tiempo, que ante la Justicia no tendrá privilegios de inmunidad.
La carrera política del ex gobernador comenzó en 1995, cuando fue electo legislador por el radicalismo durante el gobierno del genocida Antonio Domingo Bussi. En 1999 el gobernador Julio Miranda lo nombró Ministro de Economía, como uno de los gestos pactados entre la dirigencia radical tucumana y el justicialismo tucumano. En 2001 abadonó al radicalismo y se afilió al Partido Justicialista y en las elecciones legislativas de ese año fue elegido Senador Nacional.
En 2003, ante la crisis política del gobierno de Julio Miranda y la debilidad de los sectores del justicialismo tucumano, el gobernador saliente impuso la candidatura de Alperovich para Gobernador. En las elecciones de ese año, la fórmula José Alperovich – Fernando Juri. Durante 12 años se mantuvo en el poder. En 2015, sin la posibilidad de volver a ser reelecto, se postuló a Senador, cargo que ganó. En 2019 hizo un intento de por ganar la gobernación una vez más, compitiendo en las PASO con el entonces gobernador Juan Manzur, sacando un porcentaje muy bajo que lo dejó fuera de juego.
Sobre la denuncia
El 22 de noviembre de 2019, una joven de 29 años denunció al ex gobernador ante la justicia tucumana y la justicia porteña por abuso sexual, por hechos que habrían sido comedido en ambas jurisdicciones mientras ella se desempaña como asistente en la campaña política de Alperovich. La denuncia se dio a conocer luego de ser radicada a través de una carta en donde la joven contaba el camino realizado para poder, finalmente, romper el silencio.
Inspirada en la experiencia de Thelma Fardín, contó que “durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras”. En esa misma carta, escribió que “el motivo más importante de mi vida es mi renacimiento, mi sanación y la búsqueda de justicia. Estoy acá contando lo que viví por mi seguridad pero también para que otras mujeres se animen a hablar”.
A más de dos años de esa denuncia, la causa se encuentra actualmente radicada en la justicia porteña por decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el Juzgado Criminal y Correccional N° 35 del juez Osvaldo Rappa, con la intervención del fiscal Santiago Vismara y la fiscal Mariela Labozzetta, de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM).
En diciembre de 2020 y en julio de 2021, los fiscales solicitaron que se llame a indagatoria a Alperovich, sin embargo, hasta el momento el juez no lo llamó.