La brecha de género en el trabajo es mucho más amplia de lo que se pensaba. Así apuntó un nuevo informe del Banco Mundial. “Cuando se tienen en cuenta las diferencias legales relacionadas con la violencia y el cuidado infantil, se observa que las mujeres gozan de menos de dos tercios de los derechos que tienen los hombres. Ningún país brinda igualdad de oportunidades a las mujeres, ni siquiera las economías más ricas”, dice el texto presentado en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
A diferencia del negacionismo que plantea el presidente Javier Milei, quien sostiene que la brecha de género no existe, el informe titulado “La mujer, la empresa y el derecho” ofrece un panorama completo de los obstáculos que enfrentan las mujeres para ingresar a la fuerza de trabajo y contribuir a una mayor prosperidad para ellas mismas, sus familias y sus comunidades.
Por primera vez, en el informe se evalúa la diferencia entre las reformas legales y los resultados reales para las mujeres en 190 economías. El análisis revela una brecha alarmante en la implementación. Si bien según las leyes vigentes las mujeres, en teoría, gozan de aproximadamente dos tercios de los derechos de los hombres, los países han establecido, en promedio, menos del 40 % de los sistemas necesarios para su aplicación plena.
Para que la aplicación de las leyes sobre igualdad de oportunidades sea efectiva, se debe contar con un marco de apoyo adecuado, que incluya mecanismos de cumplimiento sólidos, un sistema para monitorear las disparidades salariales relacionadas con el género y servicios de salud para las mujeres que sobreviven a situaciones de violencia.
“Las mujeres tienen el poder de dar un fuerte impulso a la tambaleante economía mundial”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidenta sénior de Economía del Desarrollo del Grupo Banco Mundial. “Sin embargo, en todo el mundo, las leyes y prácticas discriminatorias les impiden trabajar o poner en marcha negocios en igualdad de condiciones con los hombres. Si se cerrara esta brecha, el producto interno bruto mundial podría aumentar más del 20 % —es decir, básicamente se duplicaría la tasa de crecimiento mundial en la próxima década—, pero las reformas en esta área se han desacelerado de manera notoria. En el informe se identifican las medidas que pueden adoptar los Gobiernos para acelerar el avance hacia la igualdad de género en las empresas y el derecho”.
En ese marco, la Argentina tiene 79.4 puntos en el marco legal, lejos de los líderes Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia y Alemania, entre otros, y por debajo de la mayoría de la región, como Perú, Paraguay, Uruguay, México, Bolivia, Brasil, Chile e incluso Venezuela. Cabe destacar que el informe fue elaborado con los datos de la gestión anterior.
Movilidad y perspectiva de género en Argentina
El informe destaca que Argentina llevó adelante una buena política de género sobre el acceso a la movilidad. “Un ejemplo es Argentina, que cuenta con un plan de género y movilidad que incorpora una perspectiva de género para la planificación de infraestructura y promueve activamente a las mujeres profesionales en el Ministerio de Transporte”. Cabe destacar que el informe fue elaborado con los datos de la gestión anterior.
“Estos planes son importantes porque los patrones de movilidad de una mujer, incluido el uso del transporte público, difieren de los de un hombre”, y pueden presentar barreras a su educación y sus oportunidades económicas.
En ese marco, “el acoso sexual es una preocupación particular para la movilidad de las mujeres”, pero los planes y políticas deben ir más allá de las preocupaciones de seguridad y abordar de manera integral las necesidades de las mujeres. Las mujeres, por ejemplo, usan más el transporte público que los hombres, con más viajes en el día asociados generalmente a los trabajos de cuidado: llevar o buscar los chicos del colegio, o atender a familiares.