Recomendaciones a viajeros para evitar el sarampión

Ante la aparición de nuevos casos de sarampión en el país, algunas recomendaciones para prevenir su contagio en caso de viajar.

El sarampión es una enfermedad grave causada por un virus transmisible y extremadamente contagiosa. Antes de que la vacuna se introdujera en 1963 y se generalizara su uso, cada 2-3 años se registraban importantes epidemias de sarampión que llegaban a causar cerca de dos millones de muertes al año.

Se estima que entre 2000 y 2017 la vacuna contra el sarampión evitó unos 21,1 millones de muertes, lo que la convierte en una de las mejores inversiones en salud pública según la Organización Mundial de la Salud. A continuación, consejos para evitar el contagio y prevenir la diseminación de la enfermedad.

Según asegura la OMS en su web oficial, se calcula que en 2017 murieron 110.000 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años, a pesar de existir vacunas seguras y eficaces.

Las precauciones y alertas se intensificaron a partir de que la circulación del virus del sarampión en la Región de las Américas continúa activa. Durante el año se notificaron más de 4.500 casos confirmados, los cuales se concentraron en su mayoría en Estados Unidos y Brasil.

Dada la situación epidemiológica mundial y el masivo tránsito de viajeros desde y hacia países con circulación viral, existe alto riesgo de importación de casos y desarrollo de brotes si una persona enferma o que esté incubando la enfermedad ingresa al país. Para evitarlo, es fundamental que toda la población esté correctamente vacunada. En Argentina la enfermedad se encuentra eliminada desde el año 2000, pero sí se registraron 5 casos este año, de personas que viajaron y se contagiaron, o se contagiaron de personas que habían viajado. 

sarampion

El sarampión es causado por un virus de la familia de los paramixovirus y normalmente se suele transmitir a través del contacto directo y del aire. El virus infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo. Se trata de una enfermedad humana que no afecta a los animales.

El primer signo del sarampión suele ser fiebre alta, que comienza unos 10 a 12 días después de la exposición al virus y dura entre 4 y 7 días. En la fase inicial, el paciente puede presentar rinorrea, tos, ojos llorosos y rojos, y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas. Al cabo de unos tres días aparece un exantema, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que va extendiendo, acabando por afectar a las manos y pies. El exantema dura 5 a 6 días, y luego se desvanece. El intervalo entre la exposición al virus y la aparición del exantema oscila entre 7 y 18 días (media de 14 días).

La mayoría de las muertes se deben a complicaciones del sarampión, que son más frecuentes en menores de 5 años y adultos de más de 30 años. Las más graves son la ceguera, la encefalitis (infección acompañada de edema cerebral), la diarrea grave (que puede provocar deshidratación), las infecciones del oído y las infecciones respiratorias graves, como la neumonía. Los casos graves son especialmente frecuentes en niños pequeños malnutridos, y sobre todo en los que no reciben aportes suficientes de vitamina A o cuyo sistema inmunitario se encuentra debilitado por el VIH/SIDA u otras enfermedades.

“Una de las características principales del sarampión es que es una patología muy contagiosa, una persona con sarampión en contacto con 10 personas que no tienen protección, contagia alrededor de nueve”, sostiene el jefe de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública, Ricardo Cortez.

Y agrega que la vacuna es lo que permite que la enfermedad no se reintroduzca porque están protegidas las personas. Se debe hacer hincapié sobre todo en personal de los aeropuertos, los hoteles, zonas turísticas y cualquier viajero que quiera ir al exterior debe tener la inoculación al día.

“Recomendamos que todos los niños de 6 a 11 meses de edad, que habitualmente no se vacunan contra el sarampión, reciban una dosis de triple viral al menos 15 días antes de viajar. Luego, los chicos entre uno y cinco años, también debe tener la dosis que corresponde; y los adultos de todas las edades tendrían que contar con dos dosis de la vacuna contra el sarampión y la rubéola”, subrayó el referente.

Sin embargo, las personas que nacieron antes del año 1965 no deben vacunarse porque se supone que ya tuvieron contacto con la enfermedad y que están inmunizados, recordó. Finalmente, aconsejó revisar el carnet de vacunación antes de viajar y consultar con el médico ante la menor duda. Mientras que los menores de seis meses de edad, como no reciben la inoculación, es conveniente que no viajen.

La vacuna contra el sarampión está disponible y es gratuita en todos los vacunatorios de la provincia. Por más información, dirigirse al Vacunatorio de la Familia ubicado en avenida Mate de Luna 1901, San Miguel de Tucumán; teléfono 0381 423-4294.

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