El domingo 12 de marzo será la 95° entrega de los Premios Oscar, que tendrá su tradicional alfombra roja llena de celebridades y la ceremonia en el Dolby Theatre de Los Ángeles, donde se nombrará a los ganadores de las diferentes categorías.
Hollywood ya desenrolló la alfombra más roja entre las rojas, rumbo a los fastos de su máxima fiesta. ¿Hipérbole de la frivolidad estelar con pretensiones de reconocimiento artístico? es probable; pero también foco de atracción del que no es fácil pasar de largo. Como sea, aquí van algunas predicciones sin pudor ni culpa.
MEJOR PELÍCULA
Debería ganar: Todo en todas partes al mismo tiempo
Ganará: Sin novedad en el frente, o… Todo en todas partes al mismo tiempo
La película multiversal de los Daniels –un verdadero fenómeno en las premiaciones recientes- merece ser la triunfadora, con su trip irreverente de realidades paralelas montado en una montaña rusa lunática, pero la agenda de la realidad pesa centrada en la guerra de Ucrania, lo cual favorece al mensaje anti bélico de la película alemana.
Menos posibilidades tienen la tragicomedia grotesca lo-fi de Los espíritus de la isla, el mega espectáculo de ciencia ficción enroscado en sí mismo de Avatar: el camino del agua, la juguetona biopic de Elvis, la tersa carta de amor al cine con trazos autobiográficos de Los Fabelsman, el viaje al ego como mansión embrujada de Tár, el regreso con gloria que no alcanza de Top Gun Maverick, la misantropía ombliguista de Triángulo de tristeza y la verborragia aplanadora de imágenes de Ellas hablan.
MEJOR DIRECTOR
Debería ganar: la dupla de Daniel Kwan y Daniel Scheinert, por la lisergia desaforada de Todo en todas partes al mismo tiempo.
Ganará: esa misma dupla, aunque Steven Spielberg (Los Fabelsman) tiene su aura.
En cuanto a los otros candidatos, Todd Field de a ratos divaga en el trance irregular de Tár, Martin McDonagh destila sobredosis de melancolía preciosista en Los espíritus de la isla, y Ruben Östlund está muy cuadrado en su Triángulo de tristeza…
MEJOR PELÍCULA INTERNACIONAL
Debería ganar: Argentina 1985 (aquí me pongo a cantar al compás del favoritismo argento, no pido disculpas)
Ganará: Sin novedad en el frente, que está muy correcta pero no agrega nada con su pulcra espectacularidad a las convenciones del género, salvo en el inspirado recurso narrativo simbólico de la secuencia inicial que sigue el devenir de un uniforme. No obstante, a pesar de las circunstancias contextuales extra-cinematográficas que favorecen a la realización alemana, la película de Santiago Mitre se presenta con el envión de varios premios cosechados y porta contenidos de esos que suelen convocar particular valoración por parte de la Academy Award.
Las demás no encajan del todo en los moldes del Oscar: el burro de EO (Polonia) puede suscitar acongojada simpatía, pero su mirada entraña demasiada oscuridad existencialista; y las sufridas infancias de Close (Bélgica) y The Quiet Girl (Irlanda) son demasiado… eso, sufridas.
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
Debería ganar y Ganará: Pinocho, de Guillermo del Toro, realizada a lo largo de una década, lleva el arte del stop motion a su expresión estética y narrativa más sublime. Entre las otras candidatas sobresalen El gato con botas: El último deseo y Red, pero ni el calzado de siete leguas del astuto felino ni el ingenioso monstruo rojo bastan para aventajar la hazaña animada del realizador mexicano.
MEJOR PELÍCULA DOCUMENTAL
Debería ganar y Ganará: All the Beauty and The Bloodshed, estremecedora crónica de vida de la fotógrafa Nan Goldin y su protagonismo en la caída de una dinastía farmacéutica, dirigida por Laura Poitras, quien ya obtuvo en 2015 el Oscar en esta misma categoría por Citizenfour.
Serias contrincantes son Fire of Love, de Sara Dosa, historia de un trágico amor literalmente volcánico, y All that breathes, de Shaunak Sen, bellísimo registro de un intento de salvar la vida natural en el apocalipsis urbano de Delhi.
MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA
Debería ganar: Michelle Yeoh, por Todo en todas partes al mismo tiempo.
Ganará: Cate Blanchett, por Tár (aunque la consagración de la inmensa Yeoh como astro refulgente y su condición étnica subalterna en el reinado de Hollywood pueden activar las decisiones a su favor).
Michelle Williams resplandece con reconcentrado brillo en Los Fabelman, pero resulta eclipsada por la magnitud de esas dos monstruas de la actuación que son la Yeoh y la Blanchett. Atrás, muy atrás, quedan las esforzadas Ana de Armas –sobreviviente de ese festín de la sordidez más abyecta que es Blonde– y Andrea Riseborough, apenas sobreviviente del escándalo que envolvió su postulación exprés. Se siente y resiente la exclusión de Viola Davis, que se ganó el derecho por su desempeño en La mujer rey.
MEJOR ACTOR PROTAGONISTA
Debería ganar: Brendan Fraser, por La ballena (buena actuación, mala película).
Ganará: Brendan Fraser (además, tiene el encanto del resucitado).
El muchachito Austin Butler compone con laborioso carisma su eléctrico Elvis Presley, pero tendrá que esperar su momento. Lástima que el gran Paul Mescal de Aftersun resulte asordinado por la inflamación histriónica de sus colegas. Por su parte, Bill Nighy es irrelevante en la irrelevante Living.
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Debería ganar: Jamie Lee Curtis, por Todo en todas partes al mismo tiempo.
Ganará: Jamie Lee Curtis, que logra aquí su primera postulación; pero cerca, muy cerca, está Angela Bassett, por Black Panther: Wakanda Forever, de lo mejorcito del trillado universo superheroico de la Marvel.
Jamie Lee Curtis es legendaria, pero la Bassett es también una figura emblemática y puede jugarle a favor su condición de ser la única mujer afroamericana nominada. Otro buen ingrediente actoral en la floja La ballena es Hong Chau, presente en esta categoría.
MEJOR ACTOR DE REPARTO
Debería ganar: Ke Huy Quan, por Todo en todas partes al mismo tiempo.
Ganará: Ke Huy Quan (alguien que trae consigo toda una trayectoria desde su lanzamiento infantil en el cine de Steven Spielberg, pero también soslayado por su subalternidad étnica en la factoría hollywoodense).
El siempre sobresaliente Barry Keoghan y la habitual solvencia de Brendan Gleeson –ambos por Los espíritus de la isla– no tienen muchas posibilidades ante el ascenso del actor de ascendencia vietnamita.
MEJOR GUION ORIGINAL
Debería ganar y Ganará: la dupla de Daniel Kwan y Daniel Scheiner, por Todo en todas partes al mismo tiempo.
Esta vez no será suficiente el oficio de Spielberg, asociado con Tony Kushner para escribir Los Fablesman, ni el lirismo dramatúrgico de Martin McDonagh volcado en Los espíritus de la isla.
MEJOR GUION ADAPTADO
Debería ganar: Rian Johnson, por Glass Onion: Un misterio de Knives Out.
Ganará: tiene aspecto de favorita la adaptación que hace Sarah Polley de la novela de Miriam Toews, en Ellas hablan (de hecho, es un guion muuuy hablado).
Sin novedad en el frente también aparece en esta categoría, sin novedades; mientras que Living sigue siento irrelevante. Nada merece ser dicho sobre la presencia en esta categoría de Top Gun Maverick.
MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN
Debería ganar: la insufrible Babylon.
Ganará: la deslumbrante hipertrofia digital de Avatar: el camino del agua.
MEJOR MONTAJE
Debería ganar: Todo en todas partes al mismo tiempo (es indiscutible)
Ganará: otro triunfo del multiverso.
MEJOR FOTOGRAFÍA
Debería ganar: Roger Deakins, por su exquisito trabajo en El imperio de la luz.
Ganará: tiene no pocas posibilidades Mandy Walker, por Elvis.
El tenebrismo de Tár y Sin novedad en el frente también tiene lo suyo.
MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO
Debería ganar: Ruth E. Carter, por Black Panther: Wakanda Forever.
Ganará: ella misma (ya obtuvo un Oscar en esta categoría por la Black Panther original)
Menos fantasiosos, pero no menos inspirados son los diseños de Babylon y Elvis.
MEJOR MAQUILLAJE
Debería ganar: La ballena (la proeza prostética sobre Brendan Fraser).
Ganará: La ballena.
MEJOR SONIDO
Debería ganar: Sin novedad en el frente (la guerra también es un infierno sonoro)
Ganará: Top Gun Maverick (es innegable que aquí los aviones de combate suenan muy bien).
MEJOR BANDA SONORA
Debería ganar: Volker Bertelmann, por Sin novedad en el frente. (¡Ese funesto leitmotiv de tres notas que suena a alaridos de la tierra!).
Ganará: John Williams, leyenda viviente de las composiciones musicales para el cine, nominado 53 veces a los premios Oscar y ganador de 5 estatuillas, esta vez candidateado por Los Fabelsman, que no es su partitura más inspirada, pero es John Williams.
MEJOR CANCIÓN
La verdad, ninguna de las nominadas atrae demasiado, excepto la movediza “Naatu Naatu”, digna exponente del cancionero pop de la India, de la película RRR; aunque es probable que gane “Lift Me Up”, de Black Panther: Wakanda Forever, con sus sones tribales.
MEJORES EFECTOS VISUALES
Debería ganar y Ganará: Avatar: el camino del agua (es apabullante)