Esta semana se está dando un debate en torno al programa “Mi primo es así” del streaming OLGA y Pepe Cibrián. Todo comenzó cuando a modo de broma desde el programa que conducen Martín Rechimuzzi, Noelia Custodio y Tomas Kirzner mandaron a sus seguidores a comentar cosas sin sentido a la cuenta de instagram de Pepe Cibrian, donde él promociona sus espectáculos teatrales. Esto ya lo habían hecho antes con Aníbal Pachano y funcionó con humor, pero en este caso a Cibrián y a sus seguidores les resultó ofensivo porque muchos de sus comentarios se vinculan con la expresión “viejo mercado”, que es un mote que se usa para referirse a gente grande que está fuera de moda.
Seguido a esto, en tono de broma, Tomas Kirzner recupera un fragmento de una histórica entrevista que dió Pepe a Susana Giménez en el marco del debate por el Matrimonio Igualitario en 2010, en la cual él relataba la realidad de niñas en situación de calle y le preguntaba a la diva si prefería que esos niños estén en la calle o sean adoptados por parejas homosexuales.
El fragmento y la ridiculización de Tomas generó un juego de palabras que sus compañeros tomaron y terminaron riéndose de algunas cosas que nada tenían que ver con la entrevista y haciendo chiste. Nada de lo que pasó en ese streaming es particularmente nuevo ni escandaloso, pero esos minutos y la reacción de Cibrian movieron ciertas fibras en torno a lo que viene pasando en los canales de streaming más vistos.
Para quienes seguimos a Rechi y Noe desde hace años, no fue nada extraño. En el under de las redes sociales se dicen y se hacen mil cosas en una hora de charla, algunas tienen éxito y se repiten, pero la mayoría queda en el olvido al poco tiempo. Pero en esta ocasión, como sucede con los streaming que ya cuentan con miles de seguidores, el chiste lo hizo el hijo de unos de los personajes de la TV en los últimos 30 años, y frente a miles de personas. Es decir, ya no están en el under ni en la soledad de sus living con una cámara a las 3 de la mañana. Están en el ojo público.
OLGA incorporó un gran nivel producción a un formato que se basaba en poner cámaras en un set muy similar al de la radio. Sumó tanto que empezó a parecerse cada vez más a la TV, incluso mejoró muchas cosas que en los medios tradicionales no están pudiendo hacer. Ser muy vistos y escuchados no solo mejora el esquema de negocios que proponen los streaming, sino también expone a las personas.
¡Habla marica!
Hay algo particular que quizás muchos no recuerdan o no saben sobre el fragmento que Tomas Kirzner intentó burlar, y es que fue parte de un hito en la campaña por la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario en el año 2010. Antes de la ley, las marcas no acompañaban a la diversidad sexual, por lo tanto la TV y la gráfica tenía a muchas personas en el closet o con un tipo de vida muy discreta. Desfilaron cientos de maricas por el living de Susana Giménez, pero muy pocas se animaron a hablar de su vida como lo hizo Pepe Cibrián.
Más aún, los sectores conservadores hicieron pie en la adopción e iniciaron una gran campaña para vincular una vez más a la homosexualidad con la depravación. Mientras de un lado se hablaba de los mismos derechos y de la necesidad de que el Estado acompañe a las parejas del mismo sexo del mismo modo que al resto, del otro lado se gritaban las peores bajezas sobre la diversidad.
En ese contexto, lo que el señor Pepe Cibrián hizo en los medios fue impactante y repercutió en un sector de la sociedad que hasta entonces estaba reticente a posicionarse sobre el tema. Esa señora marica llegó a la gran Susana Giménez y la hizo tomar postura. También es histórica su intervención en pleno salón del Congreso cuando interpretó a los gritos un fragmento de su obra “Marica” sobre la vida de Federico García Lorca. Para millones de personas “habla marica” forma ya parte de la cultura nacional. Las palabras de Cibrian exudan un histrionismo teatral que es difícil de olvidar.
Producto de lo que pasó en OLGA, Pepe dio una nota en Intrusos donde dio su parecer. Se lo notaba particularmente afectado por los dichos y, sobre todo, porque su performance con Susana fue un gran acto de activismo que tenía su base en una realidad concreta que viven muchas infancias en situación de calle.
Pepe gritó y lloró durante su descargo. A sus 76 años se encuentra lúcido y su planteo no tiene que ver con la cancelación, la falta de humor o la paquetería. Está dolido y ofendido porque sacaron de contexto un momento importante de su vida televisiva y lo tergiversaron, afirmó que va a realizar un juicio al medio.
Remarcó algo que se dice también en redes y no es menor. El hijo de Adrián Suar es el que se burló de él, y eso para nada habla mal de Suar pero sí genera una molestia particular, a fin de cuentas el mundo del espectáculo porteño también es un barrio, y en este caso uno de los jóvenes le tiró un pelotazo a uno de los vecinos más antiguos, cuya familia de artistas es fundadora del barrio en sí.
Parte del panel de Intrusos intentó explicarle el contexto en el que se dá el humor del programa, se remarcó que quienes participan son parte de la comunidad LGBT y remarcan la historia pública de Tomas como víctima de abuso sexual.
¿Qué hacemos con el humor?
La última gran crítica al humor se realizó desde los feminismos. Reírse de mujeres y de homosexuales fue el canon de los teatro de revistas y la TV durante muchas décadas, pero fue también el camino que abrió las puertas a mujeres y homosexuales a los escenarios y permitió contar otros chistes y hacer otras cosas.
También vivimos momentos en donde el humor suave y políticamente correcto se tornó aburrido y perdió sentido. En las redes está pasando todo el tiempo un péndulo que va desde la cancelación hasta la aceptación de todo, entre otras cosas porque las audiencias están atomizadas, cada cual sigue a su streamer y entiende lo que quiere decir cada uno según sus propios códigos. Todos tenemos un amigo o somos a veces ese amigo que habla cosas incorrectas, pero se acepta porque entendemos su contexto, lo aceptamos “de él”.
Rebord, Martín Cirio, Pablo Agustín y otros hacen de sus audiencias un nicho en el cual nunca tiene que pedir disculpas por ningún comentario porque son esa clase de amigos.
El asunto está en que esa postura conlleva varios supuestos. Además de algunos asuntos éticos, está la cuestión de si quieren o no ser lo más visto, si tienen o no vínculos con todos los otros medios de comunicación y con aquello que hace tiempo se decía “el gran público”.
Rebord se regodea en lo políticamente incorrecto como parte de una cruzada política que tiene otros condimentos, Martin Cirio dice con claridad que ya no desea ser mainstream ni tener carrera en otros medios que no sea su canal de youtube y Pablo Agustín cada vez hace menos polémica y solo dice cosas mediante edición. La diferencia entre estos ejemplos y lo que pasó con OLGA es ese vínculo con grandes audiencias. OLGA busca esas grandes audiencias porque también busca grandes marcas y eso hace que lo que dicen al pasar en un programa llegue a la TV y a todo lados.
Estamos en un contexto en el que superamos la etapa en la cual nos reímos exclusivamente de los oprimidos, también entendimos que el humor progresista políticamente correcto muchas veces no es ni siquiera humor. A veces no es necesario realizar una reforma estructural al contenido ni repensar todo, sino simplemente reconocer los errores y pedir unas sinceras disculpas. Quizás también un homenaje no vendría mal para educar a generaciones que tal vez no saben nada de Pepe Cibrian ni del mundo marica de décadas atrás.
” A veces no es necesario realizar una reforma estructural al contenido ni repensar todo, sino simplemente reconocer los errores y pedir unas sinceras disculpas.” Totalmente de acuerdo . Gracias por la reflexión.