Continúa el conflicto en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales tras la renuncia del titular Luis Puenzo, luego de la protesta de los trabajadores del cine en reclamo por el fondo de fomento.
Mientras se desarrolla el conflicto, los fondos para el cine están en boca de todos: entre quienes lo defienden y los detractores. En esta ultima fila esta los periodistas Luis Majul, Luis Novaresio , Marina Calabró y Débora Plager que criticaron el reparto discrecional de los subsidios a la cultura.
“Dicen que van a quedar 700.000 trabajadores en la calle si dejan el tope de lo que le dan a cada entidad; no tengo la cifra, pero me parece una exageración”, dijo Majul en LN+.
El fondo de fomento cinematográfico del instituto, un mecanismo que, a través de los impuestos, permite la financiación de películas nacionales. Este fondo es el que está a punto de perder vigencia, de acuerdo con el artículo 4 de la ley 27.432, sancionada en diciembre de 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri y en marco de la toma de deuda con el FMI.
“Los subsidios se dan a directores y actores, todos K. Eran siempre los mismos que recibían los subsidios”, opina el periodista.
A modo de ironía, Majul “recomienda” títulos de films nacionales financiados por el INCAA como El silencio es un cuerpo que cae ( Agustina Comedi) y La larga noche de Francisco Santis (Francisco Márquez, Andrea Testa). “Pero hay uno que me llama mucho la atención El Motoarrebatador de Agustín Toscano. Bueno con este me voy, me voy, chau”, se levanta del panel y se va.
El parodista usa los títulos de los film poniendo en duda su pertinencia artística y social para recibir los subsidios. ¿Quizás para un periodista de Buenos Aires no le parece importante contar sobre el conflicto policial del 2013 en Tucumán y sus complejidades?.
Sobre El Motoarrebatador
El Motoarrebatador de Agustín Toscano fue reconocido a nivel internacional: se vendió en Francia, fue seleccionada en festivales en Japón, en San Sebastián, Santiago de Chile, Lima, y en muchos festivales argentinos como el de Jujuy, San Juan, Puerto Madryn, Bariloche, en una verdadera “escala federal”.
Miguel, interpretado por el actor tucumano Sergio Prina, se encuentra tironeado entre la culpa, el cuidado de su hijo y las exigencias de su compañero delictivo implicados en el robo a Elena (Liliana Juárez).
En el medio, recorre la ciudad San Miguel de Tucumán de día y de noche con un paisaje social atravesado por la pobreza y la desidia policial. La película estuvo cinco semanas en cartel en Tucumán y generó una reacción muy positiva en el público.
Murillo Cine y Rizoma fueron los encargados de llevar adelante las tareas de producción. Se
consiguieron fondos provenientes del INCAA, la Provincia de Tucumán, ICAU (Uruguay)
e Ibermedia (Fondo Internacional).
Esta historia atravesada por una crisis político social como la del 2013, quizás subestimada para los ojos del puerto, marcó a una provincia. El film no se podría haber realizado sin los fondos y distribución que tiene el INCAA. Trabajaron realizadores tucumanos y hasta extras locales que quisieron unirse a las escenas.
Para el pueblo tucumano, El Motoarrebatador cuenta con un lenguaje propio la historia de un ladrón con un dilema moral en un contexto dantesto.
El Motoarrebatador es una excelente película. Con tempos justos para esa historia, muy buenas actuaciones y una cámara atenta, sensible y no invasiva. Q a Majul no le guste, es casi un halago.