Desde Muchachas Peronistas reflexionan sobre los resultados de las elecciones primarias a nivel provincial y a nivel nacional. Desafíos y horizontes.
Por Ana Anchuri de Muchachas Peronistas
Nuestra provincia vivió, después de muchos años, una interna peronista encabezada por dos políticos de peso. Por un lado el gobernador Juan Manzur, por el otro su vice y aliado durante más de cinco años, Osvaldo Jaldo. Este último, a pesar de perder la interna, al caer la noche pareció no sentir la derrota.
Pero la realidad es otra y es que en los distritos donde suelen marcar diferencia en los votos los dirigentes que se alinearon bajo la conducción jaldista, se perdió por abultadas diferencias, como Tafí Viejo o Monteros, o no llegó siquiera a cumplir con las premisas de victoria, como fue en el caso del departamento de Cruz Alta, donde el jaldismo fue sorpresivamente derrotado en los municipios de los dos únicos intendentes que lo respaldaban.
Por su lado, el gobernador condujo una lista que apartó a muchos actores de la vieja política que vienen encabezando listas por más de 20 años, proponiendo Rossana Chahla, una mujer profesional y cara visible de la lucha contra la pandemia. Así las cosas, si hay algo que la lista de Manzur tenía y a la de Jaldo le faltó, fueron mujeres visibles y juventud, rol que cumplió el camporista Alejandro Melo en la lista. Y sobre todo, el respaldo nacional del presidente Alberto Fernández y ministros cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, como Eduardo “Wado” de Pedro.
El espacio de Manzur fue el gran triunfador del domingo y los 100 mil votos de diferencia con su segundo sirven para legitimar su conducción. El gobernador fue quien claramente supo entender mejor la nueva mirada que aporta una renovada generación dirigencial en el gobierno.
Aunque el sistema de reparto de lugares ubique a Jaldo en segundo lugar en la lista de candidatxs a competir en noviembre para Diputados, el manzurismo llegó con nuevos aires y más jugadorxs con entusiasmo de hacer política y mucha militancia.
Sin embargo, la euforia del triunfo del domingo que vio ganador al Frente de Todos en Tucumán, no se vio reflejada a nivel nacional. A nivel nacional las PASO no resultaron beneficiosas para el gobierno, y quedó demostrado que una importante parte de la población que acompañó hace dos años no se encuentra conforme con la gestión que el presidente Alberto Fernández viene llevando adelante.
Nuestro país atraviesa sin dudas un momento de dificultades, arrastrando el desastre económico que dejó latente el macrismo, al que se sumó la pandemia que, como toda crisis sanitaria, viene acompañada de una fuerte caída económica.
Los resultados del domingo dejan en claro que quienes ocupan cargos de poder, deben replantear las estrategias de gestión para lograr brindar la seguridad al pueblo de que, más pronto que tarde, el salario dejará de perder contra la inflación. No podemos prometer un mejor futuro si no resolvemos el presente de lxs trabajadorxs del país. La población está necesitando de manera urgente un alivio en sus bolsillos.
Esta instancia electoral demuestra que las millones de vacunas y las políticas sanitarias no fueron suficientes para legitimar este gobierno, es momento de comenzar a poner en marcha un plan de gobierno que contemple más dinero para obras públicas, para sostener el sector pyme, facilitar el acceso de millones de trabajadorxs a un techo digno, hacer realidad “la vida que queremos”. Como espacio político somos capaces de hacerlo, porque ya lo hicimos antes: después que Néstor Kirchner fuera derrotado en las legislativas del 2009 nos consolidamos y en el 2011 el triunfo fue enorme.
¿A lxs militantes qué nos queda? Acompañar sin olvidar que lxs que peor la están pasando, son siempre nuestra prioridad. Por eso las Muchachas nos seguimos involucrando en la vida política de nuestra provincia, abriendo caminos que no existían, demostrando el potencial de las mujeres jóvenes con proyectos que nos representan y haciendo escuchar nuestra voz.