Con la asistencia de casi un centenar de compradores de 23 países y 1.500 artistas, gestores y productores de bienes y servicios culturales de todas las provincias, desde este jueves y hasta el domingo se celebra en el Centro Cultural Kirchner una nueva edición del Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA), la plataforma que busca potenciar el sector coordinando y generando oportunidades de negocios y que durante cuatro días funciona como vidriera de la producción cultural en teatro, cine, circo, videojuegos, música y diseño con propuestas para todo público.
El regreso a la presencialidad del MICA llega al ex Palacio de Correos con más de 10.000 rondas de negocios y actividades culturales, entre ellas foros, ferias, masterclasses, showcases, exhibiciones, charlas y talleres que se harán en los 15 sectores que lo conforman: audiovisual, artes visuales, circo, danza, diseño, editorial, folklore, gastronomía, hip hop, infancias, música, música académica, tango, teatro y videojuegos.
El Mercado de Industrias Culturales Argentinas nació hace más de 10 años para profesionalizar y expandir el sector productivo del campo cultural, a través de mecanismos e instancias que confluyen en este gran encuentro para que empresarios, pymes, productores, hacedores, gestores, instituciones y artistas entren en contacto, conozcan las producciones y contenidos de otros, o articulen trabajos en conjunto.
“El objetivo es que nuestros productores de bienes y servicios culturales, que hoy están circulando crecientemente en el ámbito digital, tengan mucha presencia”
Lucrecia Cardoso
Pero esto no es lo único que activa el MICA en estos cuatro días, porque también su edición funciona como “una gran exposición de nuestras industrias culturales”, dice a Télam Lucrecia Cardoso, secretaria de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación. Se refiere a que es un evento donde las distintas expresiones y proyectos de la cultura se ponen en escena para su comercialización pero también para mostrar qué están produciendo y creando los actores del sector cultural. Tal es así, que en el noveno piso del CCK se puede visitar una feria de gastronomía, en la plaza seca una tienda de diseño y cada día hay espectáculos y conciertos bien distintos: desde Mariana Baggio para infancias hasta Opera Queer.
“La dimensión simbólica de la cultura es muy importante en términos de identidad y patrimonio -advierte Cardoso, la funcionaria al frente de la organización de este mercado- pero también hay una dimensión económica y muchas veces queda atrás. El principal potencial de las industrias culturales, hoy, es diversificar la matriz económica, agregar valor y generar divisas. Ser parte de la solución a problemas históricos como las restricciones y falta de divisas”.
Las primeras en irse y las últimas en volver. Las industrias culturales fueron las que sintieron con más fuerza la pandemia y no estuvieron ajenas a las transformaciones en la cadena de producción, comercialización y consumo que trajo la vida en pandemia, cuando se replegó fundamentalmente en el terreno de lo digital.
Pero el impacto no fue igual para todas: mientras los teatros, cines y centros culturales permanecían cerrados, otras industrias como la del gaming crecían. Según Cardoso, en nuestro país se calcula que existen 150 estudios de videojuegos que exportan el 80 % de lo que producen. Durante los años de pandemia, el 90 % de esos estudios contrató más gente. El gran desafío, entonces, es la inclusión digital.
Aunque no hay datos recientes porque la pandemia trastocó todo, los números de 2019 indican que las industrias culturales representan un 2,6 % del PBI. “Esto significa que las industrias culturales son grandes generadoras de trabajo, de producción y de valor agregado. Son más o menos 310 mil puestos de trabajo directos, pero con indirectos la cifra sube. Por ejemplo, el sector audiovisual genera técnicos, actores, iluminadores, sonidistas, pero de manera indirecta lo hace en logística, gastronomía, hotelería. De cada dólar que se invierte en Argentina del sector audiovisual, el 40 por ciento va a empleo directo y el resto va a empleo indirecto”, grafica Cardoso.
La funcionaria apunta otros datos que caracterizan la dinámica de esta industria que de acuerdo a los datos de 2019 tiene un valor agregado muy por encima de sectores como la pesca: “Es una industria que crece más rápido que la media de la economía; en general, más allá de los sectores que están precarizados, tiene un promedio de salario más alto que el salario promedio en Argentina; y es la primera causa de empleo joven”.
Jornadas
En las cuatro jornadas en el CCK el sector de la cultura tiene una cita para encontrarse y articular relaciones de cara a posibles negocios. Participan más de 100 compradores de 23 países, 300 compradores nacionales y unos 1500 artistas, productores y hacedores de bienes y servicios culturales de todo el país.
Creado para la formación y la vinculación de productores, empresas y profesionales de las industrias culturales a nivel nacional e internacional, el MICA tiene como objetivo “buscar oportunidades de negocios para la matriz productiva argentina” y en esta edición pone el foco en dos ejes que dialogan con las transformaciones de los últimos tiempos, así como con las urgencias de la economía: exportar e incluir.
Desde el Ministerio de Cultura, que dirige Tristán Bauer, trabajaron en conjunto con otras dependencias y áreas, como Cancillería y la agencia de Inversiones, entendiendo que “uno de los focos más importantes de esta edición está puesto en la internacionalización”.
Para eso, cuenta Cardoso, “trabajamos con más de 90 representaciones en el mundo, con nuestros agregados comerciales y culturales para buscar oportunidades de negocios y que conozcan la cadena de valor de nuestras industrias culturales, mostrando ejemplos concretos que ya están exportando en todos los sectores”.
El otro foco es la inclusión digital, impulsado por el cambio tecnológico que supuso la pandemia a nivel global y que obligó a trasladar los eventos culturales al terreno de lo digital, desde el Festival de Cannes en Francia hasta ArteBa en Argentina.
Esas migraciones marcaron “una tendencia que ha cambiado y modificado las cadenas de valor de todas nuestras industrias culturales”, señala Cardoso al explicar que el “desafío” entonces es que nadie quede afuera de ese terreno que aceleró su centralidad de forma exponencial con la crisis sanitaria.
Para ello, argumenta la funcionaria, se precisa “inclusión financiera” que “es lo que tiene que ver con la circulación de nuestros bienes y servicios culturales en el ámbito digital y esto es algo en lo que venimos trabajando fuertemente con el Ministerio de Trabajo, el de Producción y el Banco Nación”, porque el objetivo es que “nuestros productores de bienes y servicios culturales, que hoy están circulando crecientemente en el ámbito digital, tengan mucha presencia”.
Como acción concreta de esta apuesta por lo digital, está la plataforma MICA, que presentó el año pasado el presidente de la Nación, Alberto Fernández, desarrollada en conjunto con Arsat, “simula todas las instancias de un mercado presencial pero de manera virtual: rondas de negocios y de vínculos y la posibilidad de cargar un portfolio de todos nuestros artistas, productores de bienes y servicios culturales que, finalmente, es el portfolio exportable de la cultura argentina. Ese es el objetivo con el que trabajamos”.
La apertura del Mercado de Industrias Culturales Argentinas será este jueves a las 19 en la explanada del CCK, con una acción a cargo de UOW, un grupo que fusiona disciplinas, lenguajes, recursos artísticos y técnicos, como teatro, danza, acrobacia, danza aérea, audiovisual y música.
La programación completa para participar de las propuesta se pueden consultar aquí. Además, la Televisión Pública transmite durante los cuatros días parte de la programación.