La policía alemana anunció la detención este domingo al expresidente catalán Carles Puigdemont en el Estado de Schleswig-Holstein, adonde llegó en automóvil tras cruzar la frontera desde Dinamarca.
Las autoridades de ese país actuaron para cumplir con la orden europea de arresto emitida el viernes pasado por el Tribunal Supremo español, que investiga al político por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos por su papel durante el referéndum separatista y la declaración unilateral de independencia de Cataluña.
Puigdemont pasará la noche en la prisión alemana de Neumünster, al norte de Hamburgo, según informó la agencia alemana de noticias DPA, y el lunes será llevado a un juzgado de primera instancia que comprobará su identidad.
Este magistrado también podrá decidir si lo entrega a España o si lo retiene en Alemania mientras un tribunal superior toma la decisión.
El exdirigente fue detenido poco después de las 11 de la mañana en una gasolinera, al poco tiempo de haber entrado en territorio alemán. Viajaba de Finlandia a Bélgica, donde se autoexilió a finales de octubre del año pasado, después de declarar de manera unilateral la independencia de su región.
Su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas, ya había anunciado en Twitter que su representado se encontraba “retenido” en una comisaría de ese país, donde recibió un “trato correcto” en “todo momento”.
La justicia española, que durante meses mantuvo sin efecto la euroorden de detención para Puigdemont, la había reactivadoel pasado viernes tras la noticia de que este se encontraba en Finlandia para participar en una conferencia y reunirse con diputados de ese país.
Ese mismo día, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ordenó el ingreso en prisión de Jordi Turull, el dirigente al que la mayoría independentista tenía previsto proclamar este sábado en el Parlamento catalán como nuevo presidente de Cataluña.
¿Por qué ahora?
La justicia española ordenó la prisión preventiva para Puigdemont el año pasado, cuando ya no se encontraba en el país.
Si bien en un inicio Llarena pidió a Bélgica que lo detuviera, el juez desistió poco antes de que Bruselas tomara una decisión.
El motivo es que el código penal belga no contempla un equivalente exacto a la rebelión, por lo que existía la posibilidad de que el magistrado belga excluyera este delito del proceso de extradición de Puigdemont y los cuatro consejeros que se refugiaron con él en ese país.
De todos los cargos de los que están acusados, el de rebelión es el más grave.
Así que Llarena prefirió esperar y retiró en diciembre la orden de arresto europea pero mantuvo vigente la nacional, lo que les impidió volver a Cataluña para participar en la elección del nuevo presidente regional.
Tras la reactivación de la euroorden, las fuerzas policiales finlandesas buscaron sin éxito a Puigdemont dentro de su territorio.
Al haber sido detenido en Alemania, el código penal que se tendrá en cuenta para decidir la entrega a España será el alemán, que sí incluye delitos similares al de rebelión y los castiga con penas que van desde los 10 años hasta la cadena perpetua.
Protestas en Barcelona
Miles de personas salieron a la calle este domingo en Barcelona para protestar contra el arresto de Puigdemont.
Algunos manifestantes portaban pancartas en alemán en las que pedían la libertad del expresidente.
Otros la exigían también para los “presos políticos”, en referencia a los líderes separatistas que se encuentran en prisión preventiva por su participación en el referéndum, que había sido prohibido por el Tribunal Constitucional, y la declaración unilateral de independencia.
Está previsto que la marcha acabe frente al consulado alemán.
El Supremo reactivó también la euroorden para los exconsejeros que se encuentran fuera de España. Tres aún están en Bruselas mientras que una, Clara Ponsatí, negocia su entrega con la policía escocesa, según afirmó esta última en un comunicado.