El operativo violendo y desproporcionado implementado por el Gobierno termino con más de 40 detenidos que quedaron en manos del Juez Bonadio. Están acusados de “intimidación pública y resistencia a la autoridad”. Otra mancha más en la gestión Bullrich
Unos 44 manifestantes quedaron detenidos por la represión de Gendarmería en los alrededores del Congreso, cuando el oficialismo falló en su intento de sancionar la ley de Reforma Previsional que congela el poder adquisitivo de los jubilados. Los detenidos quedaron a disposición del juez de turno, que no es ni más ni menos que Claudio Bonadio.
Todos están detenidos por los delitos de intimidación pública y resistencia a la autoridad, dos delitos federales. En el primer caso, posee una pena de 2 a 6 años, mientras que el último tiene de un mes a un año de prisión.
Fracasó el DNU
El fracaso de la sesión extraordinaria de Diputados abrió una crisis en el Gobierno nacional. En medio de la segunda jornada de represión, el presidente Mauricio Macri estuvo reunido hasta tarde con su mesa chica evaluando la posibilidad de saltearse el Congreso y sacar la reforma a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Hubo versiones de que el mandatario ya había firmado el DNU y se pensó en grabar un mensaje en Olivos, pero luego dieron marcha atrás ante la resistencia a utilizar esa vía por parte de Elisa Carrió y la ratificación del paro de la CGT si salía el decreto. Más temprano, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dio una conferencia de prensa en la que cuestionó a los “piqueteros del recinto”, como llamó a los diputados opositores. Caída la idea del DNU, el oficialismo volvería a la carga el lunes con la reforma previsional en Diputados.
