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Camila Quinteros, conocida como Kuvo, se abre paso en la escena local del trap y del rap. Apuesta a que Tucumán sea suelo fértil para hacer crecer a otrxs artistas jóvenes como ella y nos cuenta cómo fue para una adolescente introvertida dominar el micrófono y la palabra.
Kuvo tiene 19 años, acaba de egresar del secundario y admite seguir haciendo “ese duelo”. Para ella los años vividos en la Escuela de Agricultura y Sacarotecnia de la UNT serán inolvidables, “casi toda mi adolescencia la he pasado ahí, teníamos muchas horas y los profesores eran muy buenos.”
Se define como una “chica de barrio”, puntualmente, nacida y criada en el Barrio 2 de septiembre, ubicado en los márgenes hacia el sur de la capital. En esta breve entrevista nos cuenta como se lanzó a los escenarios del trap y del rap.
¿Cuándo empezaste a vincularte con la música?
Cuando era muy chica fui a una iglesia a aprender a tocar el violín, pero no me enganché, aprendí y dejé. La perfo, el rap, es lo primero a lo que me dedique por completo, cuando lo conocí no lo dejé nunca más.
Empecé escuchando rap entre los 11 y 12 años, estaba de moda Porta, lo escuchaba mucho. Un día vi un video de una batalla de rap y ahí me enamoré. Busque por Facebook para ver si hacían aquí y me recomendaron unas batallas que hacían en la plaza Urquiza, y ahí fui. Era muy chica, pero pensé “ya estoy aquí”, así que me anote para participar, y no sabía nada, creo que di asco, pero lo hice igual y estaba muy contenta. Yo ya venía armando mis canciones, pero nunca había improvisado.
¿Qué te da habilidad para improvisar en el rap, en una batalla por ejemplo?
Yo tarde muchos años para sentirme buena en lo que hago. Al principio pensaba que leyendo mucho, estudiando los tipos de rimas y escuchando mas temas, se me iban a quedar más relacionadas las palabras, y todavía creo que eso sirve mucho, pero la práctica es casi todo, eso hace que cualquiera lo pueda hacer.
Creo que las mayores herramientas para escribir son las experiencias. Cuando empecé a hacer trap me di cuenta que es un género medio machista, entonces pensé que mis letras podían contar como vivo yo el feminismo, lo que me libera, lo que siento, lo que me gustaría hacer… y el trap es para vacilar, es para hablar de victorias, no de tristezas como en el rap. Y yo pensé que quería hacer un trap que vacile y sea feminista a la vez. Y en eso me baso hoy en día.
También me pasaba que además era re mil callada, bastante tímida, entonces me trababa para hablar, rapeaba despacito, me costaba darle volumen a mi voz y superar eso me llevo varios años.
¿Estar en esta movida te ayudo a ganar confianza, carácter?
Si, muchísimo. Se lo agradezco mucho al rap, porque ahí he formado mi personalidad, en las batallas y con la gente que está ahí. Cuando yo llegué era muy chica y los raperos que habían era mucho más grandes, casi todos varones, había poquísimas chicas. Me daba un poco de miedo, además nadie me hablaba, eran muy pocos los que me conversaban, porque era muy chica además de ser mujer, y me subestimaban.
También era mala todavía en las batallas, pero nunca me sentí mal por eso, porque era consciente de que en ese momento estaba aprendiendo. Además, mi personalidad no era compatible con la actitud del rap, o sea, los que me conocen de chica no pueden creer que me dedique a esto ahora.
Cuando empecé a rapear solo había una chica, pero las dos teníamos este pensamiento machista de la rivalidad entre mujeres, por suerte con el tiempo nos hicimos amigas
Es un largo proceso hacerse respetar. Yo he visto pasar por las batallas a muchas raperas que se terminaron yendo por la presión masculina, incluso entre nosotras, en ese momento, en vez de apoyarnos o hacernos amigas, nos veíamos como rivales.
Por suerte eso está cambiando, los chicos nos respetan, además hay súper raperas que han llegado muy lejos. Y hay que pensar que nadie es bueno cuando empieza, ni los varones ni las chicas, entonces, es cuestión de respeto del crecimiento de cada uno.
¿Crees que Tucumán es un escenario en el que podes seguir desarrollándote dentro del trap, rap?
Yo creo que sí, tampoco puedo decir que me he largado del todo, al momento estoy recibiendo mucha ayuda y propuestas, de productores, de amigas que me invitan a eventos. Claro que, si pensas en Buenos Aires es mucho más grande la movida del trap, pero aquí hay que apostar aún. Tengo que seguir creciendo, y cada vez que voy a grabar crezco más, así que apuesto a eso.
Hay chicas que ya arrancaron la movida, como Giula, Chela, Tania y otras chicas más, hasta el momento me han invitado, apoyado; y entre esas chicas es como que nos damos una mano entre todas. Eso no me lo esperaba, el ambiente entre los chicos no es tan así, entonces cuando empecé a conocerlas a ellas me pareció todo diferente, me gustó mucho.
¿Qué les dirías a otras chicas para que se animen a meterse en este género?
Un consejo es que no crean de entrada que no van a poder hacerlo, porque al principio a todos nos cuesta, seas varón o mujer; por ahí las mujeres sentimos un poco de presión extra por la masculinidad de los raperos, pero sin embargo hay que hacer que eso no te afecte; y si te afecta, al menos hoy, hay un montón de mujeres que están participando de esta cultura y hay contención. Creo que las cosas están cambiando y las mujeres nos sentimos bienvenidas, pero si eso no pasa, hay que hacer de esto nuestro lugar también.
Kuvo ha participado como finalista de la batalla Norte Fest y actualmente ofrece talleres de introducción al rap. Seguila en instagram.