En la segunda audiencia del juicio oral contra José Alperovich, empresario, ex senador nacional y ex gobernador de Tucumán, declararon cinco testigos del círculo íntimo de la denunciante, quienes informaron haber observado una marcada pérdida de peso, caída de cabello y uñas, temblores y ataques de pánico durante el tiempo que la denunciante trabajó con él.
Este jueves, frente al juez Juan Ramos Padilla del Tribunal Oral N° 29 de la Capital Federal, testificaron la abuela de la joven, su tía más cercana, una prima hermana, una amiga y el esposo de la tía, cuyos nombres no se difunden para proteger la identidad de la presunta víctima. Durante más de 5 horas, dieron detalles sobre las consecuencias físicas, psicológicas y sociales que notaron en la joven hasta que decidió renunciar y presentar la denuncia en 2019.
Alperovich enfrenta acusaciones por tres casos de abuso sexual, dos en grado de tentativa, y seis casos de violencia sexual con acceso carnal. Según la investigación judicial, estos hechos ocurrieron entre 2017 y 2018 en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán, mediados por la asimetría de poder, la dependencia económica y el abuso de su relación familiar.
La abuela describió a la joven como una persona “activa, creativa, organizada y eficiente” en sus trabajos anteriores. Relató que inicialmente desconfiaba de la inserción de la joven en la campaña de Alperovich debido a su percepción del ambiente político tucumano como “peligroso” y “corrupto”. Sin embargo, se tranquilizaba debido al parentesco cercano entre la joven y Alperovich, quien era el primer sobrino y ahijado de su esposo. Además, mencionó que la joven veía este trabajo como una oportunidad para aprender y avanzar en su carrera profesional en protocolo y ceremonial.
Los signos que llamaron la atención fueron la disminución en la vida social de la denunciante y su ausencia en las reuniones familiares. La abuela compartió que estaban preocupadas por la intensidad del trabajo de la joven, quien se retiraba muy temprano en la mañana y llegaba a casa tarde por la noche. “Ella le daba hasta las pastillas”, la abuela notó cómo la relación laboral se volvía cada vez más servil.
La testigo también mencionó dos episodios que la alertaron sobre el comportamiento de Alperovich hacia la joven. En primer lugar, que Alperovich le decía a la denunciante que entre ellos dos eran los únicos que llevaban adelante la campaña electoral, lo cual le parecía inapropiado. Además, relató cómo Alperovich incentivó a la joven a adquirir un automóvil desafiándola a pedirle el anticipo a su padre. Cabe recordar, que dentro de sus numerosas empresas el ex gobernador es dueño de una de las concesionarias de automóviles más grandes de Tucumán. Pasado un tiempo, según el relato de la abuela, le volvió a preguntar a la joven “¿Qué te dijo tu papá?”. Cuando ella le dijo que el padre no podía prestarle el dinero, el acusado le habría dicho “yo ya sabía, pero quería que vos te des cuenta”. Luego le facilitó el anticipo para un auto pequeño de la linea de Volkswagen que luego ella le devolvió todo y terminó de pagar cuota a cuota.
Después de renunciar, la joven le contó a su abuela sobre los abusos sufridos, pero la mujer con miedo le recomendó que no denunciara, una decisión de la que ahora se arrepiente. “No hay justicia” le dijo a su nieta mientras le advertía sobre lo difícil que era enfrentar a un poderoso del calibre de Alperovich. “Hoy admiro su valentía, fue impresionante y sea cual fuera el resultado sé que podrá seguir adelante con su vida” y destacó la fortaleza de la denunciante para enfrentar todo este proceso judicial que lleva más de 4 años.
José Alperovich observó esta segunda audiencia a través de una videollamada. En la sala, se lo veía en dos pantallas pequeñas, vestido con camisa celeste, fumaba y comía caramelos mientras escuchaba los testimonios.
Todas las personas que coincidieron en destacar el deterioro físico de la joven durante su empleo con Alperovich señalaron: “Bajó considerablemente de peso. A pesar de ser alta, llegó a pesar solo 50 kilos, lo cual es un peso patológico. Además, experimentaba pérdida de uñas y cabello, temblores y síntomas de ataques de pánico”, detalló la tía de la denunciante, quien es médica de profesión. Este relato se repitió a lo largo de la jornada.
Según los testimonios, M.F.L no habló sobre los presuntos abusos hasta que decidió renunciar a ese trabajo en mayo de 2019. También coincidieron en que luego de radicar la denuncia contra Alperovich, “cuando explotó la bomba” a fines del mismo año “empezó otra historia, volvió su pulsión de vida por hacer lo correcto en el lugar correcto” recuerda la tía quien explicó cómo la joven fue recuperándose gradualmente pasando de diversas etapas y con apoyo psicológico.
Ante las preguntas de las partes sobre la razón de porque no sé fue antes, los distintos testimonios reflejaron que la denunciante admitió que estaba aterrorizada en muchos de los hechos denunciados por la presencia de empleados del exsenador que portaban armas. Finalmente, en el mismo sentido, el esposo de su tía testificó que ella planteó hacer la denuncia después de las elecciones provinciales, para que no estuviera teñida por la política.
Desde la querella consideran que los testimonios fueron favorables a la acusación, que reflejaron el estado de salud de la denunciante y el abuso de una relación de dependencia económica, ya que ella al trabajar para Alperovich tuvo que renunciar a un empleo como planta permanente en el Ministerio de Gobierno de la provincia de Tucumán.
La querella agrega un escrito sobre el episodio de acosó que se dió en la entrevista de La Gaceta de #Tucumán a la periodista, Carolina Serveto, como prueba de contexto del ambiente en el que la denunciante decide renunciar y hacer la denuncia en 2019https://t.co/XD0fTKeazy
— Celina De la Rosa (@Celina_Tuc) February 15, 2024
En esta oportunidad, la querella solicitó agregar como prueba la entrevista a José Alperovich, que se transmitió por La Gaceta, en abril de 2019, donde mostró una conducta de acoso a una periodista en vivo, generando gran repudio a nivel nacional. Se admitió como prueba del contexto de cierta impunidad de la que gozaba el empresario y político tucumano en ese momento. También porque fue mencionada por la denunciante como uno de los hechos que dió lugar a su renuncia al mes siguiente.
Por parte de la defensa, uno de los abogados de Alperovich, Augusto Nicolás Garrido, del estudio Cúneo Libarona, insistió en la indagación sobre la vivienda, las condiciones de vida y los trabajos de la denunciante, apuntando a cuestionar la acusación sobre dependencia económica.
En el juicio, intervienen el fiscal de juicio Sandro Abraldes, la defensa encabezada por Augusto Nicolás Garrido y la querella representada por Pablo Rovatti y Carolina Cymerman del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación.
La próxima tendrá lugar el lunes 19 de febrero, a las 10, en la sede judicial de Paraguay 1536, en la Ciudad autónoma de Buenos Aires. Se espera la declaración de 7 testigos allegados de la denunciante y personas que trabajaron junto a ella durante la campaña electoral.