Incendios en Corrientes y Misiones: “El estado está completamente ausente”

Desde hace semanas las provincias de Corrientes y de Misiones padecen incendios forestales de grandes magnitudes. A continuación te contamos, en voz de sus activistas, que sucede en cada territorio. 

Corrientes arde

Aunque la lluvia del día Lunes trajo algo de alivio, en Corrientes el fuego ya consumió casi 1 millón de hectáreas que equivalen a casi un 10% de toda la provincia. Se estima que el tiempo de recuperación de esos ecosistemas va a tardar aproximadamente 5 años en las zonas de pastizales y entre 15 y 20 años en las zonas de bosque nativo y humedales, en este caso pertenecientes al parque nacional “Esteros del Iberá”.

Nicolás Duarte, oriundo de la zona y activista en Correntinos Contra el Cambio Climático, explicó a este medio que la provincia atraviesa una crisis hídrica desde hace 2 años y de hecho “el río Paraná no se encuentra en su caudal normal hace 2 años”.

“Todo esto es provocado también por una falta de precipitación. Hace 2 meses, aproximadamente, que no llueve. En el mes de enero llovieron 26 ml, cuando el promedio normal es de 160 ml. Por otro lado, este enero de 2022 fue el más cálido de los últimos 10 años. Nosotros lo atribuimos directamente a una consecuencia del cambio climático”, detalla el activista.

Los incendios en Corrientes arrancaron entre el 26 y el 27 de diciembre del año pasado. Después de eso, pero principalmente a partir de la segunda quincena de enero, los mismos se fueron incrementando hasta llegar a la situación catastrófica actual.

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Esteros del Iberá, Corrientes, Argentina

Por estos elementos, el activista afirma que se necesita, de manera urgente, trabajar sobre la ley de humedales, profundizar en políticas de adaptación a la crisis y colapso climático. 

Estos incendios refutan cualquiera sea el argumento de aquellos negacionistas del cambio climático ya que reflejan justamente de manera dura y cruda la existencia de esta problemática. Todo esto demuestra que el cambio climático está pegando muy duro y principalmente a las zonas más vulnerables del país, como lo es Corrientes”, asegura. 

Pareciera ser que arde todo menos la intención política del gobierno para intentar frenar o mermar el caos climático y ecológico en el que estamos inmersos. 

En palabras de Nico: “La ayuda del gobierno tanto provincial como nacional la verdad es que llegó tarde. Eso agravó mucho la situación porque cuando dejaron de pelear por las redes sociales y se pusieron de acuerdo para trabajar juntos, el fuego ya había avanzado muchísimo”. 

Según el testimonio del joven los únicos que siempre estuvieron “al pie del cañón” son los bomberos voluntarios, personas auto-convocadas y los guardaparques del parque provincial y nacional Iberá. “Ellos son los únicos que estuvieron desde enero hasta el día de hoy sin parar en todos los focos de incendios que se fueron generando en la provincia.” 

Durante febrero la solidaridad de provincias hermanas y países limítrofes se hizo sentir: comenzaron a enviar a la zona afectada brigadistas y suministros necesarios para costear los operativos contra el fuego. 

Mientras, por un lado, los incendios avanzan sobre los humedales, selvas y pastizales a causa del fuego y la ley para protegerlos pierde nuevamente estado parlamentario, por otro lado el gobierno nacional hizo entrar en sesiones extraordinarias del congreso un proyecto de incentivo económico al complejo agro-ganadero. 

La ironía de todo esto radica en que es la mismísima frontera agropecuaria la mayor responsable del inicio de estos incendios ya que estos suelen utilizarse como método para “despejar” grandes extensiones de tierra con el objetivo de sembrar allí más monocultivos (soja, maíz y ahora también trigo) que son dependientes y resistentes a venenos (por ejemplo, el glifosato) y que posteriormente se utilizarán, en su mayoría, para alimentar a animales industrializados.

Misiones arde

En Misiones, si bien el fuego ya está controlado, la tierra se encuentra tan desertificada que la población se mantiene alerta. Las zonas involucradas en la provincia corresponden al Cerro Corá, Bella vista, Caraguatay, San Jorge, Salto encantado, Lo Carril y Puente Quemado, donde se vieron afectadas más de 100 familias de la comunidad tekoa guaraní.

La situación en Misiones está impregnada por una disputa histórica entre las empresas forestales, como la renombrada “Arauco” y las comunidades que resisten en los territorios donde estas quieren expandir su negocio. 

Cintia Meyer, brigadista autoconvocada en Aristóbulo del Valle y Clarisa Neztor, ambas activistas locales de Rebelión o Extinción, nos brindaron sus testimonios. 

“Acá en Misiones existe un lobby forestal que avanza contra las comunidades y las selvas y que genera incendios intencionalmente para limpiar los campos, para limpiar el monte para plantar monocultivos de pinos y eucaliptos, siendo que estos son como alienígenas para la selva nativa. Además, corren a las comunidades que viven ahí adentro. Las corren con los desmontes, con las quemas, dejándolas sin nada y eso es tristísimo”, cuenta Clarisa.

Para los activistas es necesario y urgente exigir profundización en las políticas públicas de Manejo del Fuego, que el Estado se haga presente tanto en logística como en financiamiento a la hora de atender cualquiera sea la catástrofe ambiental. 

“El estado está completamente ausente y deja en manos de la gente solidaria, porque saben que hacen donaciones, todo el asunto. Ahora se están equipando cuarteles de bomberos con todas las donaciones que hacemos y eso es terrible”, señala la activista.  

Los incendios avanzan con mayor facilidad por sobre el monte y bosque nativo debido al grado de magnitud de la sequía que estamos atravesando, la peor en más de 80 años. 

Los vecinos autoconvocados los primeros que estuvieron en el territorio para combatir el fuego los primeros días. Con el correr del tiempo fueron llegando bomberos, tanto de Misiones como de otras provincias.

Por su parte, la brigadista Meyer brindó detalles sobre el territorio. “Cerro Corá es un pueblo muy chico y no cuenta con cuartel de bomberos. Los de la zona estaban ayudando así que se hizo lo que se pudo, con lo que la gente tenía en sus casas. Después se empezaron a autoconvocar personas y se armó la base en Cerro Corá en el parador llamado “De Paso” que Miguel (dueño del lugar) nos cedió amablemente y de corazón para asistir desde ahí a los dos focos (que luego serían tres)”. 

“En Salto Encantado la situación fue otra ya que es de difícil acceso y trabajan arduamente guardaparques y  bomberos; asistimos con Botiquines, bebidas y comida”, agrega. 

Aún hay zonas afectadas en la provincia, como en San Ignacio y Montecarlo, pero ya se están controlando.

“Somos ciudadanos autogestivos que voluntariamente nos ponemos a disposición del planeta y la comunidad. La agenda política debe contemplar que estamos en una real emergencia climática y ecológica” concluyen ambas activistas. 

¿Cómo ayudar?

En las últimas catástrofes climáticas la solidaridad, determinación y organización de los pueblos que habitan los territorios afectados es esperanzadora. Está clarísimo de que, de nuestra naturaleza misma como animales humanos, en momentos donde la vida se pone en juego, puede brotar la empatía y el deseo de ayudar a otros.

Para colaborar monetariamente con Corrientes el CVU es 0000003100061881040273 y el alias colecta.incendios 

Una organización no gubernamental, llamada Rewilding, lleva años colaborando con la protección y reinserción de especies nativas en los Esteros del Iberá. Ahora, con la cantidad de animales afectados están necesitando colaboraciones para poder costear todos los procedimientos. El alias de su cuenta bancaria es OSO.PECARI.GUACA

En cuanto a Misiones, hay grandes probabilidades, dado el grado de sequía, de que los incendios se reactiven por lo que se siguen necesitando donaciones de elementos necesarios para combatir el fuego, como ser palas, mascarillas, machetes, mochilas para fuego, ropa de grafa, etc. También se puso a disposición una cuenta bancaria con el objetivo de reponer más que nada alimentos para la comunidad principalmente de Fuerte Quemado que sufrió la pérdida de todos sus cultivos y sustentos básicos.

Para donar a las comunidades en Misiones el CBU es 0000003100030767512281 y el alias comunidad.ptequemado

Arden los bosques nativos con el fuego del capital inversor. Se enciende nuestra furia cuando atentan contra cualquiera sea la forma de vida, contra nuestro deseo de vivir y prosperar, pero también arde el inmenso amor que nos mueve a defender todo eso. Arden nuestras ganas de que todo sea como nos lo merecemos. Y así también, arden nuestro más profundo anhelo de que finalmente dejemos atrás este modelo de mal-desarrollo, que todo lo destruye y que nos permitamos construir formas de vincularnos con este planeta más sanas y más coherentes con la realidad de su finitud geofísica.

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