Se trata de la exportación global más grande realizada a nivel mundial.
En nuestro país la producción y exportación de flores de cannabis y biomasa de cáñamo no es legal.
La Ley 27.350, publicada en el Boletín Oficial de Argentina en abril de 2017 creó un marco regulatorio limitado a la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor que tienen la planta y sus derivados.
En aquel momento, el autocultivo y la venta minorista no fueron incorporados pese al pedido de las organizaciones sin fines de lucro.
La ley establece que pueden cultivar instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y laboratorios vinculados al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), además de cualquier municipio o gobierno provincial que tenga convenio con estas instituciones.
En este contexto, los argentinos, Lucas Crivilone (26) y Guido Husni (29) vieron el potencial de la planta y fundaron CPlant, la primera empresa en exportar inflorescencias (flores) de cannabis no psicoactivo en toda Latinoamérica.
El emprendimiento fue lanzado en 2018 en Uruguay, donde existe legislación que habilita la actividad desde hace cinco años.
El negocio de CPlant consiste en producir la materia prima, es decir la flor de la planta de cannabis, y exportarla a mercados que se dedican a darle un uso industrial. En ningún caso lo vende directamente al consumidor.
CPlant realizó entre julio y agosto de este año la primera exportación a Europa de inflorescencias de cáñamo con THC menor a 1% y biomasa de cannabis para extracción con THC menor a 1%, con un volumen de 14 toneladas. Se trata de la exportación global más grande realizada a nivel mundial.
Fuente & Fotos: CPlant Infobae.com Sputniknews