Resumen del contenido Mostrar
Un documental sobre los comienzos del activismo que pone el eje en los cuerpos disidentes se proyectará en simultaneo en distintas ciudades del país.
En una proyección que se realizará en simultaneo en diferentes ciudades del país, se presentará el documental Fat Underground. La cinta de 35 minutos de duración recoge testimonios de un grupo de feministas y lesbianas, pioneras de un activismo gordo que cuestiona los discursos médicos y saludables.
Más de 40 años después de haberse filmado, esta pieza documental recuperada en 2010, fue recientemente traducida y subtitulada en castellano.
En Tucumán la cita es el viernes 16 a las 21 horas en Charco – Espacio experimental. La presentación estará a cargo de Milagro Mariona y Bruno Bazán.
“Es una gran oportunidad para tocar algunas imágenes del pasado, que urgen en este presente áspero, especialmente para pensar en las (dis) continuidades de las historias en las que aprendemos a nombrar políticamente nuestros cuerpos. La actividad es gratuita, como corresponde, y la invitación tiene la humilde simpleza de ser un llamado radical por otra voz y otra mirada, sobre nosotr*s, sobre la carne, sobre la historia”, anuncian desde la organización.
Sobre el Fat Underground
Durante la década del 70, se comenzó a formar un grupo de activistas lesbianas feministas gordas radicales que se llamo Fat Underground. En un contexto de ebullición contracultural, marcaron en algún sentido lo que hoy reconocemos como un inicio histórico para las escrituras del activismo gordo como movimiento social.
Reseña por Diego Trerotola / Página 12
“Fat Underground considera el sexismo como una herramienta de opresión que es particularmente perjudicial para las personas gordas… Las personas gordas mueren por la enfermedad social de la opresión, no por la ‘enfermedad’ médica llamada obesidad”, sostienen los manifiestos de estas mujeres gordas movilizadas para sumar sus voces y alertar, principalmente, sobre la información que ocultaba la institución médica sobre la gordura. Su afán activista llegó a crear un video de potencia extraordinaria, en tiempos donde la tecnología del video casero atravesaba su fase primitiva, que pudo plasmar de manera inteligente una serie de testimonios e ideas que no solo siguen las formas represivas del aparato médico, y siendo de vanguardia en la concepción de la gordura.
Fat Underground es un documental con información vigente sobre la opresión sobre los cuerpos disidentes, explicando algunas ideas sobre la industria de la dieta y las formas de control que tienen una lucidez incluso audiovisual: hay una puesta en escena de la voz colectiva feminista que puede verse como pionera en la genealogía de la representación del activismo de resistencia y desobediencia civil, donde la película 120 pulsaciones por minuto sería el último eslabón notable. Desde un atrofiado blanco y negro de video baja definición que se puede homologar con la estética de un fanzine punk fotocopiado, las voces del documental tienen distintas dimensiones audiovisuales que van del testimonio directo al despliegue coral escenográfico, que incluyen un videoclip réquiem a Mama Cass y una propaganda pop irónica de la industria dietética. Ver Fat Underground hoy permite también reconocer el trabajo de un grupo de lesbianas que se amalgaman en el coro del activismo gordo como Kathy Fire, autora de un disco folk de “canciones de una lesbiana anarquista”, y Judy Freespirit, artista visual y autora del libro Daddy’s Girl, donde denunció la lógica del abuso en 1982. Desde hace más de cuarenta años, el movimiento lesbofeminista de liberación gorda tiene mucho para ofrecer a nuestro presente y futuro.