Guerrero cumplirá prisión preventiva en el Penal de Villa Urquiza hasta tanto la sentencia quede firme.
La últimas horas del juicio por el femicidio de Ana Ríos se vivieron con mucha tensión. Las puertas de Tribunales Penales se colmaron de militantes y activistas que gritaban “Justicia Por Ani”, “No se tiró, fue un femicidio”, acompañando a la familia de la joven. El caso también generó muchas repercusiones en Jujuy, provincia de donde eran oriundos ambos jóvenes.
Durante seis horas, el tribunal conformado por la jueza Stella Maris Arce, Alicia Freidenberg y Patricio Prado, debatió la culpabilidad de Facundo Guerrero, imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.
Al escuchar la sentencia, los festejos rápidamente se multiplicaron por las redes sociales y en las mismas imediaciones del tribunal. Cadena perpetua.
La querella estuvo conformada por Juan Mussi, Emilio Guanini y Vanesa Zanacchi, quienes tuvieron que realizar una ardua tarea ante la performance de la defensa conformada por el reconocido abogado Cergio Morfil, y su discípulo, Gerónimo Martínez Molina, quienes solicitaban la absolución.
AHORA| Perpetua para Facundo Guerrero por considerarlo responsable penalmente del femicidio de Ana Rios. Será trasladado al Penal de Villa Urquiza. https://t.co/OJTvobwqdi
— La Nota (@LaNotaTucuman) August 19, 2022
El juicio fue largo y muy difícil. Comenzó el 1 de agosto y las jornadas duraron entre 4 y 8 horas. Se debatía si Ana Ríos, la madrugada del 30 de marzo de 2018 se había arrojado por su propia voluntad desde el balcón del 4to piso del departamente ubicado en el centro tucumano, o si Facundo Guerrero, su pareja, la había empujado. El único testigo del hecho fueo Guerrero y defendió durante todo el debate oral que es inocente.
Los testigos aportados por la defensa hicieron hincapié durante todo el proceso judicial que Ani, como la llamaban sus amigas, era depresiva y que tomaba mucho alcohol. “Se transformaba”, decían amigos del imputado. Se buscaba desprestigiar a la víctima con insinuaciones sumamente agresivas y revictimizantes, no solo hacia ella, sino hacia otras testigos aportadas por la querella y la fiscalía.
Por su parte, los peritos aportados por la querella y la fiscalía dieron cuenta de rasgos psicopáticos en el caracter de Guerrero. Además, se logró comprobar que existía un contexto de violencia de género previo y que Ana no se tiró por su propia voluntad.
En diferentes testimonios se la describió como una excelente alumna, era estudiante avanzada de la carrera de veterinaria, tenía un gran amor y dedicación hacia los animales, era contenedora y amable tanto en la universidad como en su grupo de amigos.
También estuvo el testimonio de su madre y patre. Ambos sabían del contexto de violencia en el vivía Ana junto a Guerrero, con quien mantenía una relación hacía siete años. Sus amigas dieron cuenta de los intentos que había realizado para terminar esa relación, pero Guerrero siempre terminaba por manipularla para que no lo dejara.
El tribunal ordenó que Guerrero sea trasladado inmediatamente al Penal de Villa Urquiza, hasta tanto la condena quede firme.
