Esto es cine: Veinte años mirando el norte

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El Festival Gerardo Vallejo celebra dos décadas de cine en Tucumán, en un contexto adverso para la industria audiovisual pero con historias que siguen latiendo desde los márgenes.

Este martes 29 de julio, el telón vuelve a levantarse en el Cine Teatro Marconi de Monteros para dar inicio a la 20ª edición del Festival Latinoamericano de Cine Gerardo Vallejo. No es una edición más: son veinte años promoviendo el cine como herramienta de expresión, memoria, encuentro y resistencia en una provincia donde, hasta no hace tanto, la producción audiovisual parecía un sueño lejano.

La apertura oficial será en el Cine Teatro Marconi de Monteros con la proyección de «El Matrero», la primera película tucumana, filmada en 1939 por Orestes Caviglia, y recuperada recientemente por el área de Medios Audiovisuales.

Desde sus primeras proyecciones hasta hoy, el Festival fue testigo y protagonista de un crecimiento sostenido del sector audiovisual tucumano. En este tiempo surgieron nuevas camadas de realizadores, espacios de formación, productoras independientes, colectivos de cine, leyes de fomento y ficciones que traspasaron fronteras, participando en festivales internacionales o encontrando audiencias a través de las plataformas digitales.

Ese desarrollo, sin embargo, no fue ajeno a las crisis estructurales del país ni al desmantelamiento progresivo de políticas públicas para el sector. La actual coyuntura, atravesada por el recorte de fondos, el vaciamiento del INCAA y la paralización de programas de fomento, amenaza con poner freno a lo que se logró construir con esfuerzo, creatividad y mucho, pero mucho, trabajo colectivo.

En ese contexto, el festival cobra aún más sentido y urgencia. Porque no se trata solo de mostrar películas, sino de sostener un espacio donde se escuchen otras voces, otras estéticas, otras formas de narrar la realidad.

En sus 20 ediciones, siempre destacaron películas que ponen en primer plano a personajes y territorios invisibilizados, que abordan temas como la marginalidad, las violencias de género, la identidad LGBTIQ+ o las heridas de la historia reciente. Son relatos que, probablemente, no encontrarían lugar en los circuitos comerciales, pero que necesitamos ver para entender(nos).

En palabras de Gerardo Vallejo, el cine es “una herramienta de transformación social”. En tiempos donde la cultura se ve amenazada, sostener estos espacios se vuelve un acto político y poético. Celebrar 20 años del festival es celebrar también la posibilidad de seguir mirando(nos), de seguir narrando(nos), de seguir soñando imágenes propias.

Podés ver la programación completa en este link.

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