El 30 de noviembre se celebra el Día de Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Estereotipos, redes sociales y la falta de políticas públicas hacen que Argentina se ubique como el segundo país -después de Japón- con los índices más altos de casos de bulimia y anorexia en el mundo.
Nos alimentamos a diario con dosis polivitamínicas de redes sociales y televisión, donde se reproducen todo el tiempo estereotipos de cuerpos ideales que cumplen con estándares de belleza imposibles. ¿Qué sucede cuando se consumen cuerpos? Y no hablo de canibalismo.
El 30 de noviembre se celebra el Día de Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Los TCA son trastornos mentales caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso. Se consideran trastornos de origen multifactorial, originados por la interacción de diferentes causas de origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural, y provocan consecuencias para la salud tanto física como mental de la persona.
Los parámetros de belleza están regidos por el mercado de filtros, de estándares difíciles de alcanzar, que arrasan y patologizan las mentes, enfermando al autoestima y destruyendo la capacidad creativa que brinda ser y habitar una forma cualquiera.
Intentar encajar en los paradigmas de belleza contemporáneos se convierte en una tarea autodestructiva, sin cuestionamiento de lo que se ve en el mundo de las pantallas. La belleza no es más que un constructo social, cimentado en bases profundamente patriarcales, racistas, misóginas y discriminatorias. ¿Quién determina qué es lo bello, qué es lo hermoso?
Qué linda que estas, ¿bajaste de peso?
Se nos ha enseñado que los cuerpos delgados son lindos y sanos, y que los cuerpos gordos están enfermos, comen mal y deben ejercitarse.
Flacos que toman Coca Cola todos los días, aun cuando sus propios Ceos han admitido el excesivo uso de grasa, jarabe de maíz de alta fructosa y cafeína, todos componentes adictivos. McDonald´s cuarto de libra para la merienda, aunque a nadie le interese que esta multinacional líder en ventas, hasta hace unos años, usaba partes de la carne no aptas para consumo humano lavadas con hidróxido de amonio para sus hamburguesas.
En las redes, en las publicidades y en las calles, se difunden a diario imágenes de extrema delgadez como ideal de belleza. Argentina ocupa, a nivel mundial, el segundo lugar en Trastornos de la Conducta Alimentaria. Estos, engloban un rango de patologías de las cuales las más conocidas son la bulimia, la anorexia y trastornos por atracón, entre otras. 1 de cada 3 adolescentes en Argentina no está conforme con su imagen, futuros adultxs con severos problemas físicos, mentales y de autoestima.
El 90% de los TCA son padecidos por mujeres. Nuestro país tiene, históricamente, una larga historia de silenciamiento y represión hacia los cuerpos con vulva y por eso, no es casual que las mujeres e identidades feminizadas tengan mayor predisposición a estas patologías. Mostrar panzas, tetas, culos, costillas, pómulos hundidos, cachetes rellenos, celulitis y pelos, constituye un acto de rebeldía ante una sociedad que nos intenta tapar, corregir.
En los TCA, existe una marcada distorsión de la imagen corporal. La balanza y el espejo pueden convertirse en enemigos en nuestro propio baño. Aunque cada patología tiene características específicas, algunos síntomas que sirven de signos de alarma para consultar a especialista son: aumento o descenso abrupto de peso en poco tiempo, ejercicio físico intenso, modificación radical de la ingesta de alimentos (atracones o inanición), vómitos inducidos post ingesta, amenorrea (perdida total o parcial de la menstruación), dificultad en los lazos con el entorno, reclusión a un espacio privado durante muchas horas, trastornos del sueño, apetito voraz, sentimiento constante de culpa, uso de laxantes y diuréticos, entre otros.
A largo plazo, los TCA pueden provocar diferentes complicaciones que, si no se diagnostican y tratan, pueden ser peligrosas: esofagitis, gastritis crónica, osteopenia, amenorrea, enfermedades cardiovasculares, diabetes, úlceras, daño en el esmalte dental, pérdida de piezas dentales y un deterioro orgánico crónico producido por una alimentación pobre en nutrientes que necesitamos para mantener al cuerpo saludable.
Datazo: podemos elegir que consumir en las redes y en los platos
Dejar de seguir cuentas de redes sociales que te ocasionan inseguridad, miedo o que muestran estereotipos de vidas inalcanzables puede ayudar a bajar la ansiedad. Diversificar el contenido que vemos ayuda a normalizar que existen diferentes tipos de cuerpos, que el algoritmo no te engañe.
Repensar los modelos de belleza hegemónicos, de manera comprometida y comunitaria, es una tarea pendiente y urgente, para evitar enfermar a las generaciones venideras.
Los TCA constituyen un gran problema a la salud pública, y no existen políticas concretas que permitan la apropiación de hábitos alimenticios que se adecuen para cada tipo de cuerpo, de rutina y de clase social. No hay nutricionistas en cantidades adecuadas en la atención pública y gratuita, y a veces no alcanza para pagar una consulta en el privado.
En Tucumán, existe la opción del CEPTA (Centro Provincial de Trastornos Alimenticios) para personas sin obra social, dependiente del Ministerio de Salud, donde se realiza abordaje interdisciplinario de TCA.
Ante cualquier duda consulte a unx profesional.
Si padeces un TCA o conoces a alguien que lo padezca, podes comunicarte a:
Salud Escucha 0800-444-999 para asesoramiento y orientación.
CEPTA Teléfono 4203055
