La Universidad Nacional del Litoral fue el escenario para que se encuentren por primera vez Mauricio Macri, Alberto Fernández, Nicolás del Caño, Juan José Gómez Centurión, José Luis Espert y Roberto Lavagna. A modo de cierre, los candidatos contaron con un minuto libre a modo de cierre. ¿Qué dijeron?.
El primero en tomar la palabra fue Roberto Lavagna, de Consenso Federal, quien sostuvo que “los argentinos estamos mal pero podríamos estar mucho mejor”.
“Tenemos la obligación de demostrar que hay un futuro mejor. Eso no se hace con marketing ni con discursos vacíos de contenido. Llegó la hora de dejar de burlarse de los argentinos y asumir los fracasos”, consideró, y observó que “eso es lo que permite generar cambios”.
Luego el presidente Mauricio Macri, que busca la reelección con el espacio Juntos por el Cambio, quien arrancó en tono fuerte: “Lamentablemente hemos visto que volvió el dedito acusador, volvió el atril, la ‘canchereada’. El kirchnerismo no cambió; por más que se oculte o trate de mostrarnos algo distinto, es lo mismo”.
“Sabemos que tenemos problemas, pero volver a traer los problemas del pasado no nos va a ayudar. Tenemos que confiar en nosotros mismos y en lo que podemos hacer”, pidió.
En este sentido se preguntó: “Si pudimos hacer todo esto, ¿cómo no vamos a poder arreglar la economía?” y señaló que estos cuatro años de gestión suya fueron “muy poco tiempo para enderezar décadas de políticas erróneas”.
El siguiente fue Alberto Fernández, quien ironizó: “Dos mil puntos de riesgo país y ‘hemos vuelto al mundo’, qué raro lo que dice el presidente…”.
Fernández apuntó contra el Gobierno: “Otra vez nos endeudaron, otra vez cerraron empresas, otra vez dejaron gente sin trabajo y otra vez empujaron gente a la pobreza. Es lo que hacen cada vez que llegan al poder, y después nos quieren hacer creer que los argentinos cada diez años chocamos contra la misma piedra. La piedra son ellos”.
“Hemos caído muchas veces, hemos tropezado muchas veces con esa piedra, pero ya es hora de que no nos pase más”, enfatizó Fernández, y finalmente prometió “volver a poner de pie a la Argentina”.
Por el Frente de Izquierda-Unidad, Nicolás Del Caño le habló “a la juventud, a esos millones que tienen empleos precarios, que no tienen derecho a casi nada; a los que ven peligrar su derecho a estudiar porque tienen que trabajar más horas porque la plata en su familia no alcanza”.
“La técnica y el conocimiento permitirían no solamente terminar con el hambre y la desocupación, sino también reducir la jornada laboral y que todos tengan un trabajo estable que les permita estudiar”, analizó y reclamó el voto “para que la izquierda sea más fuerte en el país y en el Congreso”.
En su minuto libre, Juan José Gómez Centurión (NOS) sostuvo que “el fracaso sistemático de la Argentina no es económico, ni financiero, ni productivo; es un fracaso de naturaleza política, es porque la clase política abandonó los valores clásicos de aquel país que asombró al mundo”.
Allí aprovechó para oponerse, como en todo el debate, al aborto legal y aseguró que “el primer valor a recuperar es la vida del niño por nacer”, ya que antes que la vida “no existe ningún otro derecho”.
El último candidato fue José Luis Espert, quien se definió como “un ciudadano común, como vos, sin ninguna experiencia política previa y sin haber sido funcionario de ningún gobierno”.
El postulante del Frente Despertar señaló que “la gente votó dentro de la grieta el 11 de agosto”, pero consideró que en realidad se trata de “una falsa grieta”.