Cosecheros del limón mantienen cortes en las rutas del interior para reclamar mejoras salariales y en rechazo de la paritaria cerrada entre los empresarios y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre).
Anoche, con un operativo de un camión de Gendarmería y dos camionetas de la Policía, se llevaron detenidos a cinco trabajadores del citrus en Macomita, según informó La Izquierda Diario. Los trabajadores estaban en una parada de colectivos de la ruta 304 resguardados por la lluvia, en un momento donde ni siquiera había un corte de ruta ya que la medida había sido suspendida.
Entre los detenidos se pudo identificar a César Rodolfo Andrada, Lorenzo Miguel Andrada, Francisco Jesús Andrada y Pedro Romano, quienes fueron trasladados a la comisaría de El Chañar.
“Esta represión se da horas antes de la realización de la reunión entre representantes del gremio UATRE y los delegados de los cortes. Solo podemos entender que es una intimidación. La represión es la respuesta frente a un reclamo por salario, porque no queremos seguir pasando hambre. Queremos salarios dignos para alimentar a nuestras familias. Libertad ya a los compañeros”, afirmaron en comunicado desde la Coordinación de Trabajadores Autoconvocados.
Desde la comisaría de El Chañar, una trabajadora denuncia: “Dicen que están por contravención, después dicen que están por una causa penal pero no hay ni un fiscal, ni un juez, no hay nadie que haya dado la orden. ¿Quién dio la orden? ¿Quién se hace responsable de esto? Ahora me dicen que van a quedar detenidos entre tres y seis días”. Además agregó que ante la reunión con el gremio, la primera exigencia es la liberación de los detenidos.
El reclamo
Los cosecheros autoconvocados exigen un sueldo equivalente a la canasta básica, que según el INDEC es de $60.000 para una familia de cuatro integrantes. “Reclamamos por un jornal de $2400, por una maleta de 20 kg. al precio de $77,41 y el Bling de 400 kg. a $1548″, señaló este miércoles en Radio Prensa Ramón Correa, trabajador del citrus.
Comunicado Autoconvocados del citrus: piquetes contra paritaria de hambre
Las patronales del limón tucumanas cerraron ganancias millonarias la temporada pasada. Esto fue posible gracias a los «esenciales» que arriesgaron sus vidas en la cosecha y en el empaque del limón para que la fruta y sus derivados puedan distribuirse por todo el mundo. Sin embargo, este año ofrecen una nueva paritaria de hambre.
El acuerdo entre las patronales y el burócrata “Remache” Ferreyra hunde los salarios de cosecheros/as y empacadoras/es en la miseria absoluta. Incluso si el clima ayuda y se logra trabajar sin interrupciones durante la temporada (con suerte de 3 meses), no lograrían ni siquiera alcanzar la línea de pobreza, como le pasa a más de 19 millones de personas en el país.
El 29% pactado a espaldas de los trabajadores citrícolas no sólo consuma la pérdida del año pasado, sino que ante los pronósticos del 50% de inflación para este año y la escalada que ya tuvo en los primeros meses del año, es otro duro golpe. Esto en consonancia a la mayoría de los acuerdos firmados en todo el país, un pedido expreso del gobierno nacional y del FMI, como parte del “saneamiento” de la economía.
La mayoría de los compañeros/as que se encuadran en la categoría de «peón general» cobraría menos de $43 mil por mes, es decir, todavía faltan $15 mil para alcanzar por lo menos, el «ingreso» de pobreza fijado en $60 mil. En el caso de los cosecheros la situación es más dura aun. El trabajo no registrado y a destajo obliga a esfuerzos sobrehumanos en extensas jornadas bajo las inclemencias del tiempo.
Ante esta situación trabajadores de distintas zonas de la provincia se han organizado en autoconvocatorias para rechazar este acuerdo y plantear un pliego de reclamos. Desde el Partido Obrero apoyamos incondicionalmente los cortes que empezaron el lunes 19 y son por tiempo indeterminado y todas las acciones necesarias que permitan avanzar en las principales demandas, postergadas durante décadas.
Hay que avanzar en las asambleas en todos los empaques y cada una de las fincas para exigir que nuestro salario de bolsillo sea igual al costo de la canasta familiar y que se ajuste mensualmente en función a la inflación. Vamos por una obra social que funcione todo el año, no podemos permitir seguir expulsados del sistema de salud, sobre todo en el marco de pandemia y muerte en el que vivimos. Por protocolos obreros en fincas y empaques que garanticen todas las medidas necesarias ante el avance del Covid y la falta de vacunas.