Luego de tres años, comienza en los tribunales de La Rioja el juicio por el femicidio de la niña de 11 años Sabina Condori.
“Sabina Condori era nuestra compañerita de 11 años, fotógrafa y luchadora”, señalaron desde La Poderosa
Se trata del primer juicio por un primer femicidio infantil de la provincia de La Rioja, con un único sospechoso, Roque Adrián “El Salteño” Rodriguez. El hecho sucedió en el Barrio Virgen Desatanudos de la capital riojana el domingo 14 de abril de 2019.
“La comunidad del Barrio Virgen Desatanudos y la familia de Sabina, exigen que siga la investigación ya que consideran que podría haber otros cómplices que aún no han sido interrogados”, señalan desde la organización.
Sabina tenia 11 años y desapareció a una cuadra de su casa cuando se la apropiaron, la violaron, mataron y tiraron en un descampado del barrio.
“Se pudo acreditar para esta instancia del proceso de instrucción que el imputado habría atacado la integridad sexual de la menor“, explicaron desde el juzgado a cargo de la jueza Karina Cabral.
El Ministerio Público Fiscal calificó el hecho como abuso sexual seguido de muerte (artículo 124 del Código Penal) en concurso ideal con homicidio calificado, contemplando el inciso 11 del CP: cuando el hecho “sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.
El acusado consoló a la madre de la menor y estuvo en el velatorio
La noche del 14 de abril cuando Sabina fue encontrada, Rodríguez consoló a la madre de la menor y estuvo en el velatorio. Nadie sospechaba de él.
Pasado tres meses del femicidio de Sabina, la entonces jueza Gabriela Asís procesó a “El Salteño” como autor material del abuso sexual y la muerte de Sabina Condorí Garnica. Además dictó falta de merito al primer “Chino” Nievas y sobreseyó a Jonathan Farías y Diego Nievas, sospechosos en primera instancia. Esto último fue cuestionado por la defensa por considerar que “Rodriguez no actuó solo”.
Rodríguez acompañó en todo momento a la familia de Sabina, consoló a Paulina, madre de Sabina. Además estuvo en el velorio de la nena y ayudó a construir la gruta que hicieron para recodarla en el barrio.
Los testimonios de vecinos fueron señalándolo como el principal sospechoso como por ejemplo algunos “rasguños” en la cara y la ausencia prolongada en el barrio los días posteriores al hecho levantaron sospechas.
Sabina y su barrio
Sabina era hija de Pedro Condorí y Paulina Garnica, y la cuarta de siete hermanos. Los Condorí son oriundos de Bolivia que llegaron en épocas de la cosecha de la aceituna.
La niña participaba activamente de todas las actividades que realizaban “La Poderosa”, la organización barrial. Según los testimonios de la referente Yaye Silva, Sabina sacaba fotos porque quería ser fotógrafa, jugaba al futbol y asistía al merendero del barrio. A tres años del femicidio Sabina, La Poderosa la lleva como bandera.
“La ausencia pesa más que nunca, necesitamos que nuestro grito retumbe en todos los confines de la Argentina: ¡exigimos justicia por Sabina!”, manifiestan desde la organización.
