Las pericias sobre los teléfonos de los gendarmes que participaron en la represión en Pu Lof Cushamen el pasado 1 de agosto aportan datos claves en la investigación por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Investigan si hubo encubrimiento por parte del gobierno.
A casi dos meses de la desaparición de Santiago Maldonado, la hipótesis de la desaparición forzada en manos de gendarmería esa la única que sigue avanzando con fuerza.
C5N, reveló una conversación telefónica entre dos gendarmes momentos después del operativo en el Pu Lof Cushamen donde fue visto por última vez el artesano.
El testigo Matías Santana confesó que observó por binoculares cómo la fuerza se llevaba al joven pero indicó que había perdido el instrumento de visión a distancia.
En el audio se puede escuchar como la fuerza habría secuestrado binoculares y walkie talkies de los originarios y luego los habría robado.
Puede escucharse como los gendarmes, enojados, se reclaman sobre el destino que tuvieron estos elementos.
“Haceles creer que los binoculares están ahí”, dice una de las voces.
Encubrimiento
El fiscal federal Federico Delgado pidió ayer que el Gobierno informe “todas y cada una de las actividades que desplegó el Estado nacional para dar con el paradero de Santiago Maldonado”, como también que aporte los números de teléfono que utilizaron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y sus principales colaboradores.
Delgado planteó, así, las primeras medidas de prueba tendientes a determinar si existieron maniobras para encubrir lo ocurrido o, incluso, un supuesto “pacto de silencio” de autoridades nacionales y fuerzas de seguridad.
Delgado planteó que debe solicitarse “una copia urgente” de todas las actuaciones desarrolladas por el juez Guido Otranto hasta su apartamiento y su reemplazo por el magistrado Guillermo Lleral y de la declaración testimonial del agente de la policía de Río Negro que detalló cómo encontraron balas de 9 milímetros durante el rastrillaje del 16 de agosto del predio mapuche, pero que la fiscal ordenó no levantarlas porque no estaban allí para “buscar esos elementos”. También pidió que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, informe con precisión todas las acciones del Estado para ubicar al joven que se halla desaparecido desde el 1º de agosto.
El fiscal también pidió precisiones sobre los teléfonos que utilizaron Bullrich y otros funcionarios del Ministerio de Seguridad -Pablo Noceti, Gerardo Milman, Gonzalo Cané y Daniel Barberis-, al igual que el juez Otranto; su secretaria, Silvina Salvare; la fiscal federal de Esquel, Silvina Ávila; sus secretarios, y todos “los gendarmes que participaron de los operativos y los jefes de aquellas brigadas”.
Con esos números, adelantó el fiscal, deberá completarse un entrecruzamiento de todas las comunicaciones entrantes y salientes, como también determinar qué antena de telefonía tomó cada llamada para determinar la ubicación aproximada de cada usuario.
Delgado también pidió citar a declarar como testigo al ministro de Gobierno de la provincia de Chubut, Pablo Durán, para que ratifique o rectifique lo que afirmó durante su interpelación del 5 de este mes, cuando ofreció su versión sobre cómo se desarrolló la búsqueda de Maldonado en los primeros días posteriores a su desaparición.
