A más de quince meses de la denuncia por violación contra cuatro ex jugadores de Vélez Sarsfield, Sebastián Sosa, Braian Cufré, José Florentín y Abel Osorio, en Tucumán, la causa sigue esperando llegar a juicio oral. En las últimas semanas, el proceso dio un giro alarmante. Uno de los jugadores acusados presentó una contradenuncia por “asociación ilícita” que apunta no solo contra la denunciante, sino también contra sus abogados, testigos y hasta un diputado nacional.
En tiempo récord, la fiscal Mariana Rivadeneira habilitó allanamientos en la casa de la víctima, de los abogados defensores y de testigos. Incluso intentaron ingresar al medio digital Enterate, sin orden de allanamiento.
Este procedimiento encendió las alarmas de múltiples sectores. El Colegio de Abogados de Tucumán expresó su repudio por el allanamiento a estudios jurídicos sin el debido cumplimiento de los protocolos, ya que ni siquiera se permitió la intervención plena del veedor designado por la institución.
La gravedad de lo sucedido llegó esta semana a la Legislatura, donde el legislador Hugo Ledesma tomó la palabra para repudiar la situación. En su discurso denunció que se trata de una maniobra política y judicial para intimidar a la denunciante y a quienes la acompañan. “Hace 15 meses que una trabajadora bancaria espera que se eleve a juicio su denuncia por violación en manada. Y en lugar de justicia, lo que recibe son allanamientos a su casa y a la de sus familiares, en una causa armada desde arriba”, expresó Ledesma.
El legislador cuestionó directamente al Ministerio Público Fiscal, señalando que se están utilizando estrategias de amedrentamiento contra víctimas y testigos que buscan declarar en la causa. Su intervención fue respaldada por legisladores de distintos bloques, entre ellos Silvia Elías de Pérez y José Cano.
En las afueras de la Legislatura, se convocaron mujeres del gremio La Bancaria, donde la joven trabaja. Allí manifestaron su respaldo y acompañamiento también a la abogada del gremio, Patricia Neme, una de las señaladas en la denuncia de asociación ilícita.
Comunicado
Desde Ni Una Menos expresaron su respaldo a la periodista que denunció los abusos sexuales. “Rechazamos las maniobras judiciales y mediáticas que buscan instalar la idea de una “denuncia armada” para garantizar la impunidad de los acusados”.
Ademàs, mencionaron que “estas operaciones no son nuevas: la publicación de chats privados, las acusaciones de complot y las denuncias cruzadas contra la víctima y su entorno forman parte de un patrón que tiene como único fin desviar la atención de lo central: una mujer se animó a denunciar un abuso sexual y merece que la Justicia investigue con perspectiva de género, sin hostigamiento ni presiones”.
Una víctima en el centro de la disputa pública
Este proceso judicial por el crimen de abuso sexual cometido en grupo expone nuevamente cómo, en lugar de enfocarse en garantizar el acceso a la justicia para las mujeres que denuncian, el sistema judicial las coloca en el centro de operaciones políticas y mediáticas.
Los allanamientos a la víctima no solo implican una revictimización, sino también un mensaje peligroso para disuadir o amedrentar a cualquier mujer que intente denunciar: la amenaza de que el propio poder judicial puede volverse en su contra.
“La causa que debería esclarecer la responsabilidad de cuatro jugadores de fútbol en un caso de abuso sexual corre el riesgo de quedar atrapada en una red de operaciones judiciales y políticas que priorizan el poder y la impunidad sobre los derechos de las mujeres”, sostienen desde Ni Una Menos.
“Lo que está en juego no es solo un caso individual, sino la posibilidad de que otras mujeres se animen a denunciar sin miedo a ser hostigadas por el propio sistema que debería protegerlas”, cerraron.
Mientras la causa sigue dilatada y se multiplican las maniobras judiciales en su contra, las consecuencias recaen sobre la denunciante, que atraviesa un profundo deterioro en su salud mental. La joven ya tuvo dos intentos de suicidio en este tiempo. En contraste, los jugadores acusados continúan sus carreras deportivas en otros clubes y llevan adelante sus vidas sin mayores obstáculos.