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Hace un par de semanas, la Cámara de Diputados aprobó la media sanción de la Ley Bases y el Paquete Fiscal que incluye la eliminación del monotributo social, un sistema que alberga a casi 620.000 de trabajadores y trabajadoras de la economía popular
La versión acortada de la ex Ley Ómnibus y el Paquete Fiscal fueron aprobados por la Cámara Baja y llegaron al Senado en el medio de denuncias por modificaciones “bajo poncho” y en busca de dictamen. Se espera que el debate se caldeé aún más, dado que ninguna de las medidas que incluyen estos paquetes son insignificantes.
Entre las modificaciones que pretenden realizar a través de estas nuevas medidas, por parte del gobierno de Milei, se encuentra la eliminación del monotributo social, un régimen tributario simplificado para trabajadores y trabajadoras independientes, cooperativistas, o para aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, con ingresos por debajo del haber previsional mínimo.
¿Qué es el monotributo social?
Es un sistema que permite registrar la actividad laboral, emitir facturas, acceder a una obra social e ingresar al sistema jubilatorio. Está destinado a quienes realicen una única actividad económica independiente, trabajen en relación de dependencia percibiendo un salario bruto inferior a $190.000 o formen parte de una cooperativa con un mínimo de 6 asociados.
Según el último informe de la Secretaria de Trabajo del mes de enero, alrededor de 620.000 personas se encontraban registradas en el sistema tributario. Lo que indica un crecimiento del 111% desde enero del 2014 hasta enero de este año, según informa un análisis de Infobae.
Este crecimiento se le atribuye a la llegada de nuevos escenarios laborales a través de aplicaciones como Pedidos Ya, Uber y Rappi, como así también a la formación de nuevas cooperativas de trabajo. Pero también, se da por una necesidad básica de poder acceder a una obra social y la tranquilidad de saber que estás aportando para tu futura jubilación. Estos derechos, que parecen tan obvios, no lo son, sobre todo en un país donde el 45% de los trabajadores son informales, el 41,7% de las personas son pobres, con un gran porcentaje de trabajadores y trabajadoras con ingresos mínimos, con derechos vulnerados por un sistema de gobierno que trabaja para el sector privado.
¿Qué pasó en la Cámara de Diputados?
El debate de la ley y el Paquete fiscal venía con fluidez hasta que tocó votar por la eliminación del monotributo social. El diputado Nicolás Massot, de Hacemos Coalición Federal, pidió un cuarto intermedio para consensuar una nueva redacción alternativa de esta medida.
Sin embargo, el oficialismo no aceptó dar marcha atrás con la eliminación del monotributo social. José Luis Espert anunció que iban a incluir en el texto la postergación de la eliminación de este régimen, hasta los 90 días posteriores a la publicación de la ley en el Boletín Oficial. Finalmente, los diputados le dieron la media sanción que necesitaba para aterrizar en la Cámara de Senadores.
¿Cuál es el fin? En ese plazo de 90 días, si la ley se aprueba en el Senado, los libertarios buscarán negociar con la oposición una alternativa para incorporar una categoría inferior a la “A”, la cual actualmente es la más baja en el régimen simplificado general.
¿Por qué lo quieren eliminar?
La eliminación del monotributo social presentó dos discursos en la cámara baja.
Por un lado, algunos diputados argumentaron que la eliminación de este sistema tiene un impacto nulo en la economía, porque sólo se logrará que los registrados dejen de abonar, y por ende deje de ingresar dinero al Estado.
Por otro lado, se argumentó que si se aumenta el monto a pagar, también se aumentará el monto a facturar. Además, cierto sector del oficialismo asegura que el monotributista aporta muy poco y esto genera un agujero fiscal muy grande porque para pagar una jubilación mínima se requiere de 20 monotributos social.
La aprobación de la ley y el paquete tienen un camino largo aún en el Senado y todo está muy verde. Lo cierto es que el gobierno necesita que se le de luz verde a este paquete de medidas, ya que desde que asumieron el 10 de diciembre, aún no lograron la aprobación de esta Cámara.
Si los senadores no introducen ningún cambio en el punto del monotributo y aprueban estas medidas, la eliminación será una realidad y lo más probable es que a este sector se lo traslade a la última categoría del monotributo general que hoy presenta un aumento del 300% y pasará de costar $12.128 a $26.600.
Esto implica que más de 620.000 de personas destinen entre el 20 y el 25% de sus salarios al pago del monotributo, lo que significará un abandono del sistema para volver a las oscuridades de un trabajo informal, sin acceso a una cobertura social y sin un registro de aportes para algún día llegar a la jubilación mínima, casi como si no existieran en el mapa.
