El domingo 16 de septiembre, Noelia Sosa fue a la comisaría de Trancas a realizar una denuncia por violencia de género contra su pareja. Allí no le tomaron la denuncia, le dijeron que vuelva más tarde. Noelia llegó a su casa y se suicidó.
“Se acercó a pedir ayuda, contención y apoyo. Lejos de ayudarla, fue recibida por personas incapacitadas, sin ganas de hacer su trabajo y con una falta total de empatía, quienes le cerraron la puerta en la cara”, escribió su hermano Alejandro al cumplirse un mes de su muerte.
“Parece mentira que en los tiempos que vivimos haya sucedido un caso de Violencia intitucional tan grande como este, dejaron a dos hijos menores de edad, y una familia entera destrozada, llena de dudas, con impotencia y bronca de que no hayan escuchado su grito de auxilio”,m denunció.
A pocas semanas del hecho, Legislatura sancionó una ley para que se garantice la recepción de denuncias en todas las dependencias policiales de Tucumán, las 24 horas, los 365 días del año.