La ciudad fue fundada el 3 de mayo de 1900. Su nombre significa «lugar donde sopla aire frío», y es conocida como la “Capital Nacional del Limón”. Su paisaje selvático se conjugó con la industria ferroviaria, que marcó para siempre a un pueblo que supo resurgir cuando el ferrocarril no volvió más.
Los aniversarios son siempre un poco relativos. Tafí Viejo fue fundada como villa turística el 3 de mayo de 1900, pero conoce de otras fechas que marcaron su historia. El 25 de mayo de 2010, cuando se inauguraron los talleres ferroviarios; el 2 de junio de 1939 cuando se instrumentó su municipalización. La imprecisa fecha donde la actividad citrícola comenzó a forjar su desarrollo en la década de 1950, o el reciente hallazgo de restos arqueológicos que datan de más de 2.000 atrás.
Cada una de estas efemérides hablan de ciertos rasgos que la definen: la belleza del paisaje, el espíritu de trabajo, el sacrificio de su gente, las singularidades de sus pobladores. Otra marca indeleble es su vocación cultural; en Tafí Viejo existieron históricamente numerosas instituciones sociales, bibliotecas y teatros que albergaron, formaron y nutrieron destacadas personalidades de las más variadas expresiones artísticas junto a un entusiasta y numeroso público.
Es por esto que, estos últimos años nos llenan de entusiasmo. Las culturas taficeñas y sus protagonistas han adquirido un despliegue sin precedentes que, con una mirada puesta en ese pasado de esplendor, ha renovado la música, la literatura, las artes visuales, el cine, la fotografía, la danza, el teatro, las fiestas populares con un nuevo ímpetu y frescura. Ese motor mueve además al turismo, a las economías locales, garantiza derechos, promueve la seguridad, crea lazos entre los vecinos y consolida la identidad.
¡Felices 119 años! Sabemos que son muchos más cumpleaños posibles, los que marcan sus diferentes natalicios en el legado histórico y en las nuevas reinvenciones que nos depara el futuro.
Por Marcos Acevedo, actor y Secretario de Culturas de la Municipalidad de Tafí Viejo.
