La despenalización social del aborto es una realidad. Cada vez son más las mujeres que se animan a romper el silencio y contar sus historias.
“Legal o ilegal, las mujeres abortan igual” fue una de las frases que se escucho durante estos últimos tres meses donde Argentina decidió abordar un tema que hasta hace poco era tabú: el aborto.
En el país, según datos oficiales, se realizan 354.627 abortos por año, 29 mil por mes, 985 por día, 41 abortos por hora. 150 mil desde que comenzó el debate en el Congreso de la Nación. Es una realidad que nada tiene de actual, y una práctica reconocida en más de 60 países.
Con la intención de mostrar esta realidad y que el debate se centra en si será clandestino o se hará legal, mujeres y personas con capacidad de gestar utilizaron las redes sociales para explicar cómo llegaron a los embarazos no deseados y su experiencia al interrumpirlos. También se conocieron historias desgarradoras de abortos inseguros que terminaron con la vida de una amiga, una hermana, una compañera.
Lo que empezó siendo algo meramente de Argentina terminó con varios países de Latinoamérica sumándose a narrar sus vivencias. No sorprende, dado que a partir de la lucha argentina, se sumaron otros países vecinos para pedir por el aborto legal.
Historias de madres, jóvenes, abuelas, primas, vecinas. Solas o acompañadas. En clínicas o en la casa. Católicas, evangélicas, o ateas. Quirúrgicos o con pastillas. Heterosexuales, lesbianas o trans. Múltiples voces para entender la complejidad de la decisión de abortar, en la voz de sus protagonistas:
Cuando tenía 16 años mi novio de 21, me dijo que no iba a acabar adentro. No me dio plata para la pastilla del día después y tuve vergüenza de hablarlo. Después me llevó a un templo umbanda a abortar y me sacó de ahí mi vieja #YoAborte #EsLegaloClandestino#BastadeHipocresia https://t.co/HdFrHjIaag
— FlorFreijo?? (@Florfreijo) 5 de agosto de 2018