Se estrenó en Argentina “Yo nena, yo princesa”, la película sobre la historia de Luana, la primera niña trans en recibir su DNI acorde a su identidad en el país. La película se basa en el libro que escribió su madre, Gabriela Mansilla, y cuenta la historia de la niña y su familia en el proceso de reconocer y aceptar la identidad trans.
La lucha de Gabriela y de su familia por el reconocimiento de la identidad de género de su hija marcó un antes y un después en la historia de la diversidad en Argentina. Como sucede con las grandes causas, cuando Gabriela descubrió que era lo que le pasaba a Luana, no había un entorno social ni estatal preparado para contenerlas. El sentido común pensaba solo en las personas travestis y trans adultas y no se contemplaba la existencia de infancias y adolescencias trans.
Domingo 21 de noviembre • 20 h | Lunes 22 • 19 h | Martes 23 • 18:30 h | San Martín 251 (Sala Orestes Caviglia)
Entrada general $100 Jubilados y estudiantes $50 (en venta desde 1 h antes de la función en Boletería)
Lo primero que esta familia encontró cuando buscó ayuda fue el modelo de atención médica basado en la patologización. Esa dura realidad que durante décadas vivieron infancias, adolescencias y juventudes de la diversidad fue un primer paso en el periplo de Mansilla.
Guiada por el amor y el registro sobre el bienestar de su hija, Gabriela continuó buscando ayuda en los movimientos de diversidad y logró encontrar acompañamiento psicológico por parte de Valeria Pavan, psicóloga y miembro de la C.H.A (comunidad homosexual argentina) con quien luego realizaría el primer material audiovisual sobre la historia de Luana.
La primera batalla que llevaron adelante Luana y Gabriela fue por el reconocimiento del entorno más cercano, y a partir de allí como un efecto de onda en el agua, cientos de familias lograron mirar y escuchar de otro modo a sus hijos e hijas. Dejando atrás la violencia física y psicológica, cuestionando las falsas terapias de reconversión y basando sus crianzas en el amor, la escucha y el diálogo.
En pocos años se logró construir una red de familiares que acompañan la transición de las infancias y crearon la Asociación Civil Infancias Libres, espacio desde el cual se dedican a acompañar a familias que inician el largo proceso de entender y respetar la identidad de sus hijos e hijas, y también se dedican a capacitar a docentes, activistas y toda aquella persona que quiera aprender un modo respetuoso de vincularse con las infancias.
Desde Infancias libre se cuestiona, ahora ya con la fuerza de la organización de las familias, el modo patologizante que tienen las instituciones del Estado para con las infancias y adolescencias travestis y trans, y la falta de visibilización de los cuerpos trans en las instituciones educativas. Mediante multiples intervenciones buscan cambiar la mirada naturalizada, estigmatizante y excluyente que aun tenemos sobre lo trans y travesti, para que ninguna niña tenga que dejar de ir a la escuela por la violencia y discriminación del entorno.
La película
En su primera semana de proyección fue la película argentina más vista con más de 12 mil espectadores en más de 60 salas. Yo nena, yo princesa fue dirigida por Federico Palazzo y tiene un grupo de artistas del país que hace de la historia una pieza pedagógica y conmovedora a la vez.
El elenco está compuesto por Eleonora Wexler, Juan Palomino, Valentia Bassi, Lidia Catalano, Hector Bidode, Mariano Bertolini, Irene Almus y Paola Barrientos, quienes encarnan una historia reciente y la vuelven parte de la historia del cine argentino. De esa historia que no revoluciona por sus planos, fotografías e iluminación, sino porque constituye el relato audiovisual de una revolución.
Llorar como un ejercicio de empatía y sonreír por la tranquilidad que da el saber que esta historia sigue y que hoy Luana es una adolescente plena, es parte de la experiencia de cada espectador/a.