Este lunes 11 de abril, un grupo de manifestantes acompañó en la Casa de Chubut, en la Ciudad de Buenos Aires, la presentación de la impugnación a el fallo absolutorio para los tres varones acusados por abuso sexual grupal contra una adolescente en 2012 en la ciudad de Puerto Madryn.
“Nos juntamos a visibilizar esta sentencia para no dejar en silencio la impunidad” señaló Verónica Heredia, abogada de la sobreviviente del ataque.
Las juezas Ana Karina Breckle, Marcela Alejandra Pérez y María Laura Martini, el 22 de marzo de este año, en un fallo inesperado que conmocionó a la provincia del sur argentino, absolvieron a Luciano Mallemaci, Exequiel Quintana y Leandro del Villar, imputados en esta causa.
Las impugnaciones que realizó el Ministerio Público Fiscal y los de la querella deberán ser resueltas por el Superior Tribunal de Justicia de Chubut.
“Las juezas han renunciado de forma consciente a la verdad y esto es incompatible con el servicio de justicia. Sustentaron sus votos para absolver a los imputados en testimonios calificados por ellas mismas como mendaces, reticentes, faltos de verdad” calificó Heredia el accionar judicial.
Los testigos serán investigados por falso testimonio
Después del debate cuatro de los testigos serán investigados por falso testimonio, entre ellos el testimonio de una pareja que estaba en la casa donde se habría producido la violación el 22 de septiembre del 2012.
En el caso del varón, amigo de los imputados, se manifestó reticente a brindar declaración testimonial diciendo que no recordaba lo que había sucedido y fue intimado por el tribunal.
Por otra parte, una joven se desdijo sobre lo que había declarado en la etapa de investigación del proceso que empezó en 2019. Esta testigo había aportado previamente que vio como uno de los imputados abusaba a la sobreviviente. Manifestó en la etapa de investigación que era notorio el estado de ebriedad de la víctima, que se caía y que estaba casi inconsciente.
Durante el debate este testimonio fue “arteramente modificado” de acuerdo a la querella. Ya que la testigo, no sólo era amiga del grupo de acusados sino que también era empleada de uno de los abogados.
Verónica Heredia también señaló que las juezas “omitieron deliberadamente expedirse sobre la comprobada conducta procesal de uno de los imputados, calificable como mínimo como mala fe, quien dio información falsa a su perita de parte para que realice una pericia desacreditando al sobreviviente”.
“Las juezas culpan a la víctima por el abuso”
Si bien el fallo, ahora apelado, sostiene que no hay la falta de pruebas para condenar, la querella entiende que las juezas no valoraron la declaración de la perito psicóloga oficial.
“Impugnamos esta sentencia por no ser una derivación razonable de las comprobaciones surgidas del debate y porque se han violado los principios rectores del debido proceso basado en la buena fe y en la ética” sostiene Heredia.
Uno de los puntos centrales que acostumbra el poder judicial a poner en duda es la palabra de la víctima de violencia sexual. Como en ningún otro delito. Se cuestiona sí dio o no consentimiento, como era su vida sexual, como actuó después del abuso. Este caso no es la excepción.
En el fallo desestimaron el testimonio de una decena de jóvenes que contaron cómo encontraron a la sobreviviente en estado de shock y que como estaba desnuda, buscaron su ropa que estaba desparramada en la habitación oscura donde sucedió la violación.
Las juezas sostienen que necesitan precisión para conocer el grado de alcohol o de drogas para determinar si hubo o no consentimiento. Omitiendo el dato que la denuncia se realizó 7 años después.
Así el mensaje que deja la sentencia es “que sino tenes un dato bioquímico que constate el grado de alcohol o drogas suficiente para que ellas entiendan que no pudiste consentir entonces abstenete de denunciar abuso sexual” remarcó la abogada de la sobreviviente.
Otros de los cuestionamientos que se le hace a la decisión absolutoria es su falta de perspectiva de género. “Refuerza todos los estereotipos” que tanto en las leyes nacionales como en los tratados de Derechos Humanos se tratan de erradicar de las sentencias judiciales.
Para Verónica Heredia, “la sentencia destruye las aspiraciones de Justicia en el Estado de derecho y garantiza a los imputados que puedan mentir y realizar maniobras arteras como estrategia de defensa.
“Esto valida el trato el trato diferenciado según la cuota de poder que tenga cada imputado”, agrega.
“El silencio solo beneficia los abusadores”
En el juicio oral se dio una particularidad: las juezas ordenaron el secreto, por lo cual no se conoció hasta que dictaron sentencia cómo fueron maltratadas las testigos por las juezas y los defensores.
“La madre, hermanas y amigas de la víctima fueron sometidas a preguntas confusas, engañosas, repetidas”, contó Heredia al sitio Extremo Sur.
Y agregó: “Los abogados formularon las mismas preguntas una y otra vez, afirmaban que habían dicho lo que no dijeron, se las confrontaba con dichos de cuando las testigos tenían 16 años y de los que ya habían dado explicaciones, una y otra vez”.
El secreto durante el debate solo benefició a los imputados afirman desde la querella. Heredia detalla que “la oficina oficial de Rawson que pública en su página oficial garantizo a los tres imputados el total silencio”.
“Como manifiesta el doctor Stola el silencio solo beneficia a los abusadores” concluye.