A partir de hoy, una calle de Yerba Buena llevará el nombre Argentino del Valle Larrabure. Larrabure fue un coronel tucumano secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo en agosto de 1974 y apareció muerto un año después. Durante los últimos años, sectores negacionistas intentaron que la Justicia Federal lo declare como delito de Lesa Humanidad y así reinstalar la teoría de los dos demonios. Sin embargo, la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario archivó la causa. La iniciativa fue de Javier Jantus, concejal vinculado a Mariano Campero, el intendente radical de Yerba Buena.
El Concejo Deliberante de Yerba Buena, por propuesta del concejal Javier Jantus, decidió rebautizar una calle con el nombre “Coronel Argentino del Valle Larrabure”. En el acto de bautizo, que se realizó el jueves 5 de septiembre, estuvieron presentes el concejal capitalino, Ricardo Bussi (hijo del genocida Antonio Domingo Bussi), “veteranos de la guerra de Malvinas, militares retirados y gobernantes municipales”. Así lo informó La Gaceta, que desde el 2009 hizo del caso Larrabure un espacio de militancia pro teoría de los dos demonios.
Pero, ¿quién es Argentino del Valle Larrabure y por qué le ponen su nombre a una calle? El 10 de julio de 1974, el Ejército Revolucionario del Pueblo produjo la toma de la Fábrica Militar de Villa María, en la provincia de Córdoba. Allí fue apresado el subdirector del establecimiento, mayor Argentino del Valle Larrabure. La guerrilla lo necesitaba como técnico para la fabricación de explosivos. Un año y doce días después, apareció sin vida.
Desde aquél momento, el Ejército lo nombró en un comunicado publicado el lunes 25 de agosto de 1975 como un “un nuevo mártir” y ratificó su compromiso “de continuar en la lucha con la subversión hasta su total extinción para lograr en forma definitiva la paz tan ansiada y merecida para la familia argentina”.
Para el periodista y Diputado Provincial de Santa Fe, Carlos del Frade, en realidad se trató de un suicidio. “Larrabure no fue asesinado. El Ejército y la Policía Federal en complicidad con aquellos magistrados inventaron la historia oficial del supuesto homicidio. Sirvió para impulsar el genocidio. Nada más y nada menos”.
Según informes de la Procuración General de la Nación, el 23 de agosto de 1975 se inició en el Juzgado Federal n° 4 de la ciudad de Rosario una investigación orientada a esclarecer los hechos que damnificaron al teniente coronel Argentino del Valle Larrabure (expediente n° 27.513). El 11 de octubre de 1977 se sobreseyó provisionalmente dicho expediente en el que no se habían identificado responsables, y se dejó el juicio abierto hasta la aparición de nuevos datos comprobantes salvo el caso de prescripción.
El desarchivo de la causa se produjo en el año 2006. El 1 de septiembre de 2018, Página/12 informó que: “La Cámara Federal de Rosario, en un fallo unánime, consideró ayer que la muerte del coronel Argentino del Valle Larrabure no fue un crimen de lesa humanidad y resolvió archivarla, cerrando así la puerta a la última estocada judicial de los sectores más reaccionarios que pugnaban por aplicar la Teoría de los demonios”.
Ya en el año 2009, La Nación publicó un artículo titulado “Larrabure, un crimen de lesa humanidad” y La Gaceta sentó posición con una Editorial del 26 de abril de ese año que planteaba “El crimen de Larrabure, de lesa humanidad”.
El objetivo judicial era claro: buscaban asimilar los delitos de lesa humanidad cometidos por el Estado con el objeto de instaurar el terror en la población civil con delitos comunes que independientemente de su gravedad –como el caso Larrabure- son cometidos por personas sin ninguna clase de sistematización ni entidad suficiente como para ser dirigidos contra la humanidad en su conjunto. “Equiparar al plan sistemático de exterminio llevado a cabo por los militares, la Iglesia y el empresariado en su conjunto en la última dictadura cívico eclesiástico-militar, con el accionar de las organizaciones guerrilleras es inaudito y no significaría otra cosa que un gran retroceso en la conquista popular (que llevó décadas) de Memoria, Verdad y Justicia”, escribió Julián Longarini, CeProDH Rosario.
El homenaje fue impulsado por el concejal radical PRO, Javier Jantus, quién consideró que “ARGENTINO DEL VALLE LARRABURE, murió por sus convicciones y su amor por la patria”. Lo que oculta Jantus es que Larrabure se transformó en el símbolo de los negacionistas de la Dictadura y de quienes reivindican la teoría de los dos demonios. La presencia de Bussi en el acto de bautismo muestra que el homenaje, en realidad, es un ataque contra las luchas históricas del pueblo argentino por la memoria, la verdad y la justicia.
DATOS: El proyecto contó con el apoyo de los concejales Javier Jantus (Movimiento Federal y Popular), Rodolfo Aranda (Unión por Todos), José Ignacio Mecome (Cambiemos), Marcelo Rojas (Cambiemos), Kabuby Aráoz (Juntos Podemos) y Héctor Aguirre (Acción Regional). Promulgó el intendente Mariano Campero, de la Unión Cívica Radical (UCR).