El docente de la carrera de Ciencias de la comunicación y la EUCyT (UNT), Pedro Arturo Gómez, fue invitado desde La Nota a desarrollar un ranking de las películas más destacadas, tanto a nivel nacional como internacional, de 2018. Te invitamos a sumergirte en su mirada para que apuntes y disfrutes del mejor cine en tus vacaciones.
por Pedro Arturo Gómez
En 2018 la recaudación en taquilla cinematográfica a nivel mundial registró un nuevo récord, con el incremento de un 2,7% en relación con las cifras de 2017, una mejora que tuvo su principal exponente en el mercado estadounidense con un aumento del 7% en la venta de entradas. En Argentina, en cambio -como no podía ser de otra manera en el contexto de la crisis económica macrista- la concurrencia a los cines cayó un 6,3%, una merma que continúa la tendencia a la caída iniciada en 2015. Al mismo tiempo, aumentó la concentración de pantallas que lleva cada vez más público a cada vez menos películas, donde el foco excluyente son los productos de las factorías hollywoodenses, un paisaje del consumo que probablemente tuvo excepciones minoritarias en la ciudad de Buenos Aires, con alguna afluencia notable de público en beneficio de ciertos filmes de arte y del circuito llamado “independiente”.
No obstante, la regla de la concentración no tiene excepciones en provincias como Tucumán, donde las salas comerciales dejan un nulo margen para producciones externas a la maquinaria hollywoodense, y sólo ocasiones como el Festival Gerardo Vallejo y otras muestras esporádicas, junto con la programación de los Espacios INCAA, ofrecen al público la oportunidad del encuentro con un cine diferente. Es así que lo más sobresaliente del audiovisual cinematográfico internacional, cuyos títulos aparecen en la lista que aquí se expone, estuvo casi del todo ausente en los cines tucumanos, ante lo cual queda la alternativa de las descargas desde sitios web y, en unos cuantos casos, el visionado desde plataformas de streaming como Netflix.
En cuanto al cine de nuestro país, a pesar de la sofocación impuesta por la gestión del macrismo sobre la producción cinematográfica nacional, en 2018 las películas argentinas convocaron a más público, con alrededor de 6.5 millones de espectadores lo cual implica 500 mil entradas más que en 2017. Entre 220 estrenos nacionales, la más taquillera fue El ángel, de Luis Ortega, mientras se vieron defraudadas las expectativas de recaudación -también las de calidad- que despertaron producciones como El Potro: lo mejor del amor, de Lorena Muñoz, Acusada, de Gonzalo Tobal, y La quietud, de Pablo Trapero. En otros casos, películas como El amor menos pensado, de Juan Vera, Re loca, de Martino Zaidelis, Mi obra maestra, de Gastón Duprat, y Animal, de Armando Bo, resultaron rendidoras por la presencia en sus elencos de estrellas convocantes para el gran público como Ricardo Darín, Natalia Oreiro y Guillermo Francella. Por su parte, las cualidades estéticas y narrativas de los filmes que en esta nota aparecen como lo mejor del cine argentino de 2018 no tuvieron correspondencia en las taquillas. (*)
Mejores películas de 2018
The Florida Project (Sean Baker)
Los mundos de la fantasía infantil dentro de una realidad de marginación, en contrapunto con la fantasía prefabricada de los parques temáticos Disney, desde una dinámica mirada que bucea poéticamente en el chisporroteo de la niñez con sutil acento de crítica social.
The Rider (Chloé Zhao)
Ficción que con tono documental se interna en la cultura de los jinetes del rodeo norteamericano, a través de la historia de un joven que tras sufrir un accidente se esfuerza por volver a ese mundo donde halla su único sentido de vida, narrada con despojado y conmovedor lirismo.
La isla de los perros (Wes Anderson)
De vuelta a la animación de stop motion después de la deliciosa El fantástico Sr. Zorro (2009), el director de El Gran Hotel Budapest (2014) y Los excéntricos Tenenbaums (2001), con la habitual magnificencia de su estilo visual, hace de esta fábula una extraordinaria metáfora del autoritarismo, la exclusión social y la lealtad en la resistencia colectiva.
Coco (Lee Unkrich)
Fascinante recreación cinematográfica animada del riquísimo universo de la cultura popular mexicana, puesta al servicio de una historia con héroe juvenil inolvidable en el periplo al que lo empuja su pasión por la música, entre el mundo de les vives y el de les muertes. Premios Oscar 2018 a Mejor Película Animada y Mejor Canción Original.
120 pulsaciones por minutos (Robin Campillo)
Potente drama que tiene como personaje central a un joven militante de un movimiento de activistas que, en el París de principios de los años 90, lucha por generar conciencia sobre el SIDA. Se destaca la enérgica actuación del argentino Nahuel Pérez Biscayart.
El hilo fantasma (Paul Thomas Anderson)
Exquisito cuento de amor obsesivo, con elementos de enigma gótico, ambientado en el Londres de 1950, donde un encumbrado modisto halla en una bella joven pueblerina su nueva musa y amante, presencia que trastoca su vida hasta entonces trazada con un meticuloso rigor.
Al otro lado del viento (Orson Welles)
Película filmada en 1970 que confirma (por si falta hiciera) a su director como el máximo genio en la historia del cine. Desde Dziga Vertov y Eisenstein, hasta el Nuevo Hollywood de fines de los ’60, pasando por la modernidad cinematográfica de la Nouvelle Vague, Antonioni y Bergman, todos los génesis y apocalipsis, muertes y resurrecciones del cine caben en esta película anárquica, febril y fascinante con la que el autor de El Ciudadano (Citizen Kane, 1941) patea el tablero y varios traseros de la industria audiovisual. 40 años después, Netflix tras financiar la edición final del film que permanecía inacabado, lo estrenó en su plataforma, en lo que ha sido el evento cinematográfico del año.
Infiltrado del KKKlan (Spike Lee)
Ágil thriller policial que combina acción, suspenso y humor mordaz -apenas lastrado por una didáctica bajada de línea- con el cual este talentoso aunque desparejo realizador parece volver a su mejor forma, para contar la setentosa historia, basada en hechos reales, del primer policía afroamericano de Colorado Springs en su incursión por el territorio de las organizaciones de supremacía de la raza blanca.
Cold War (Paweł Pawlikowski)
Historia de pasión amorosa y política a la sombra de la cortina de hierro en la Europa de postguerra, que nos lleva en deslumbrante blanco y negro desde la frontera de Polonia a las calles del Berlín Oriental, y desde París a Yugoslavia, a lo largo de 15 turbulentos años, en un cruce de sentimientos y fronteras geográficas, musicales y existenciales. Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes 2018.
Un lugar en silencio (John Krasinski)
Ciencia ficción apocalíptica que atrapa con su tratamiento del suspenso y su prodigioso trabajo con el sonido, en una historia donde un grupo familiar trata de sobrevivir a los ataques de monstruosos seres extraterrestres, siguiendo la regla de que no hacer ruido es algo de vida o muerte.
Hereditary / El legado del diablo (Ari Aster)
Perturbadora en alto grado, la mejor película de terror de 2018 provoca arrasadora conmoción al diseccionar con espeluznante intensidad la descomposición de una familia corroída por fuerzas malignas.
Verano 1993 (Carla Simón)
Sencilla y encantadora, libre de cualquier sentimentalismo, esta pequeña gran película catalana cincela una historia de pasaje de edad en la que una niña, tras haber perdido a su padre y madre, va a vivir un verano con la familia de su joven tío en el campo. Una conmovedora pintura del crecimiento y la forja de un carácter, de la superación del dolor, y de las relaciones entre adultos y niños.
Burning (Lee Chang-dong)
Drama y thriller psicológico, magistralmente filmado por el director de Poetry (2010), con una construcción de planos de gran precisión y belleza. Historia de un triángulo amoroso en la que capas y capas de misterio, obsesión y tensión clasista alimentan el magma de una intriga donde convergen los tópicos, tonos y climas de Hitchcock, Patricia Highsmith y Claude Chabrol.
Desobediencia (Sebastián Lelio)
Tras la fuerza arrolladora del prólogo, este nuevo film del director chileno de Una mujer fantástica (2017) sostiene con tensa sobriedad sus energías dramáticas, encarnadas en las vigorosas actuaciones de Rachel McAdams y Rachel Weisz, que le ponen cuerpo y nervio a una historia de amor lésbico en el seno de una comunidad de judíos ortodoxos en el Londres actual.
Nace una estrella (Bradley Cooper)
Tercera remake de una película original de 1937, tras la versión de 1954 con Judy Garland y James Mason y la de 1976 con Barbra Streisand y Kris Kristofferson. Historia de amor febril entre un cantante en la resquebrajada cima de su carrera y una joven de gran talento a la que él descubre, con ascenso vertiginoso de ella y caída anunciada de él, incluyendo esta vez toques de confrontación entre la autenticidad del rock de raíz y el artificio plástico del pop. La fórmula de este cuento de hadas en el mundo de la industria musical funciona aquí con total eficacia para quienes no se resistan a su encanto, en un espectáculo donde el melodrama reina por sobre todas las lógicas.
Black Panther (Ryan Coogler)
Una película de superhéroes con auténtico hálito épico y espesor humano, que funciona a la vez como una celebración de la cultura africana, sin diluirse en los torrentes de acción amplificada por los efectos especiales.
La balada de Buster Scruggs (Hermanos Coen)
Narrados con la desaforada inspiración de los Coen en su mejor estado, estos 6 cuentos del lejano oeste norteamericano son un endiablado muestrario de un mundo de vida impregnado de crueldad, temeridad insana y abusos de poder. Disponible en Netflix.
On Body and Soul (Ildiko Enyedi)
Un bosque nevado donde se pasea una pareja de ciervos con actitudes curiosamente humanas es la clave del encuentro entre el administrador de un gran matadero de reses en Budapest y una inspectora de calidad sanitaria. La atracción entre ambos personajes va abriéndose paso enigmática y sigilosa, con sus trémulos avances y retrocesos, sus aprendizajes y heridas. Haciendo uso de una preciosa orfebrería de encuadres y texturas cromáticas, la directora húngara recurre a elementos estéticos del realismo poético, con momentos que bordean peligrosamente el realismo mágico sin caer en él, para contar una historia de amor misteriosa y fascinante. Oso de Oro en el Festival de Berlín 2017, candidata en los Oscar 2018 a Mejor Película en Idioma No Inglés. Disponible en Netflix.
Vida privada (Tamara Jenkins)
Incisiva comedia dramática sobre una pareja de la progresista burguesía ilustrada de New York y sus zozobras al embarcarse en un tratamiento de fertilización asistida. Disponible en Netflix.
Roma (Alfonso Cuarón)
Tras su odisea espacial en Gravedad (2013), el afamado director mexicano emprende otro viaje, esta vez en el tiempo, hacia el México de inicios de los años 70, llevado por la memoria de su infancia. El relato articula el mundo doméstico de una familia de holgada clase media que habita un caserón en la Colonia Roma, un barrio del entonces Distrito Federal, con el convulsionado universo político y social mexicano de la época, haciendo centro en el personaje de Cleo, una joven mixteca que trabaja como sirvienta en ese hogar. Retrato de avatares personales atravesados por la tragedia histórica en el que se impone la deslumbrante orfebrería visual de la puesta en escena, desplegada en la construcción de los planos, la meticulosa ambientación y el encuadre que convierte a cada imagen -cualquiera sea el fragmento de realidad que exhibe- en una muestra de obnubilada exquisitez. Premio a mejor película en el Festival de Venecia 2018. Disponible en Netflix.
Mejores películas argentinas de 2018
El motoarrebatador (Agustín Toscano)
Drama social narrado con precisas dosis de tensión, acción y textura emocional, más algunos elementos de western urbano, alumbrado por ráfagas de humor que se disparan con espontánea vivacidad. Historia de un arrepentimiento y de la voluntad de expiar una culpa, libre de cualquier prejuicio clasista, esquematismo maniqueo o énfasis sentencioso, este exponente de la pujante producción audiovisual tucumana tiene el valor de mostrar a sus criaturas con el volumen que proviene de sus actos, preservando el enigma del origen y naturaleza de la delincuencia, rescatadas del irritado determinismo de la “inseguridad”, ante el cual se impone la trémula y contradictoria estatura de la condición humana. Ganador del Premio a Mejor Película en el Festival Tucumán Cine – Gerardo Vallejo 2018.
Las hijas del fuego (Albertina Carri)
Un viaje literalmente orgiástco que, a contrapelo de cualquier aduana del status quo, emprende una exploración celebratoria del deseo sexual femenino, valiéndose de los modos de la pornografía, al tiempo que reflexiona sobre el cine como instrumento de esta búsqueda.
El silencio es un cuerpo que cae (Agustina Comedi)
El enigma en torno al padre dispara en esta opera prima documental una indagación que borra las fronteras entre lo público y lo privado, lo íntimo y lo político, el tono poético y los registros audiovisuales de archivo, materiales trabajados con agilidad y enérgica determinación.
Familia sumergida (María Alché)
La semilla de la estética de Lucrecia Martel pulsa en esta opera prima de ficción que se sumerge en la mente y percepción de una mujer que, tras la muerte de su hermana, va absorbiéndose en un mundo onírico alejado de un entorno familiar que se le ha vuelto extraño. Entre sus logros, sobresale la construcción de una densa atmósfera surrealista y una extraordinaria actuación de Mercedes Morán.
Mi mejor amigo (Martín Deus)
Sutil retrato de la adolescencia enfocado con honda sensibilidad en el vínculo entre dos jovencitos -uno tímido y retraído, el otro temperamental e impulsivo- que va desarrollándose, tenso y ambiguo, en el plácido entorno de un pueblo de la Patagonia. Opera prima que obtuvo el Gran Premio Écran Junior en la 71° edición del Festival Internacional de Cine de Cannes.
Una apostilla: es notable que entre lo más sobresaliente del cine argentino de 2018 aparezcan tres operas primas, además de la primera realización como director solista de Agustín Toscano -tras su dupla con Ezequiel Raduzky en la dirección de Los dueños (2013)- junto con la nueva obra de Albertina Carri, cineasta rabiosamente original y una de las más destacadas en la cinematografía nacional. Vienen siendo años en los que el cine argentino ha vivido en peligro, pero ya lo sabemos: lo que no te mata te fortalece.
(*) Los datos numéricos y algunas apreciaciones tienen como fuente artículos publicados en el sitio web Otros Cines:
https://www.otroscines.com/nota-14156-balance-2018-el-cine-disfruto-de-otro-record-de-taquill
https://www.otroscines.com/nota-14151-balance-2018-taquilla-la-concurrencia-anual-cayo-6-3-y