El último informe del Observatorio de la Deuda Social, emitido por la Universidad Católica Argentina (UCA) establece además que el 41,2% de los chicos de menos de 17 años vive bajo pobreza estructural.
La Universidad Católica Argentina presentó su último informe de Pobreza, derechos e infancias en la Argentina en el período que comprende 2010-2018 respectivamente.
“Con el objetivo de ofrecer medidas más integrales de la pobreza infantil el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, publica el presente documento de trabajo con medidas monetarias y multidimensionales de la pobreza infantil en su evolución 2010-2018, procurando ofrecer mejores definiciones de los problemas que afectan a las infancias en el país e identificar los principales factores asociados a dichas injustas carencias”, expresaron desde UCA.
Según las estimaciones de la EDSA 2018, el 63,4% de los niños/as y adolescentes estaba privado en el ejercicio de al menos un derecho y 51,7% vivía en hogares pobres en términos monetarios. Un 41,2% de la infancia era doblemente pobre (en el ejercicio de derecho y por pobreza monetaria). Esta doble carencia se incrementó entre 2017 y 2018 en 4,1 p.p.
Esto indica que alrededor de 4.700.000 menores de 18 años están mal alimentados, duermen en casas sin agua potable o cloacas, tienen problemas para acceder a la educación y escaso nivel de atención sanitaria.
El informe indica también que, en 2017, el 37,1% de los niños en Argentina estaba alcanzado por esta pobreza estructural. Es decir que en un año creció el 4,1 por ciento.
Según las estimaciones del estudio, en 2018 el 63,4% de los niños y adolescentes estaba privado de al menos un derecho y el 51,7% vivía en hogares pobres. Tal como indica el trabajo de la UCA, en 2017 había un 7,1% de chicos con problemas de alimentación y esta problemática se agravó al 11,2% en 2018. Además, remarcaron que desde que asumió Cambiemos creció el número de chicos que asiste a comedores escolares y comunitarios.
En 2015, cuando asumió Mauricio Macri la presidencia, la cifra ya estaba en el 63,3, lo cual sigue siendo un valor gigantesco. En millones es una enormidad, ya que el 63,4% significan 7,2 millones de niños y niñas.
En el mismo sentido, en el nivel de privación más severo se pasó de 30,5% en 2010 a 18,9% en 2018. En este caso también en 2015 había una cifra baja, del 20%.
Un dato positivo del estudio es que entre 2010 y 2018 hubo progresos en cuanto a niños privados en el uso de al menos un derecho: se pasó del 68,3 por ciento al 63,4.
Fuente: UCA