Simone Biles nuevamente se subió al podio de París 2024 junto al equipo norteamericano luego de haberse retirado de Tokio 2020 y poner sobre la mesa el debate de la salud mental de los y las deportistas
Simone Biles es la gimnasta más condecorada de la historia quien se ha sobrepuesto a una infancia dura y a una carrera que puso en peligro su salud mental. La gimnasta se quedó nuevamente con el oro en París 2024 junto a su equipo norteamericano. Cómo fueron sus comienzos y la importancia de hablar sobre la salud mental en el deporte.
Los inicios de una estrella
Nació en Colombus, Ohio, el 14 de marzo de 1997, en el seno de una familia disfuncional. Sus padres tenían consumo problemático de sustancias por lo que sus abuelos maternos tuvieron que adoptarla. A los seis años fue de excursión al centro de gimnasia Bannon Gymnastix, donde empezó a imitar a las deportistas que allí se encontraban.
Unos días después, llegó a la casa de sus abuelos una carta para animar a su familia a inscribirla en un instituto especializado en gimnasia y allí comenzó su camino en el deporte. A los 8 años ya se encontraba entrenando con una de las mejores entrenadoras olímpicas, Aimee Boormany.
A los 15 se graduó en secundaria estudiando desde casa. Demasiado joven para clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Biles saltó a la fama en 2013 cuando con solo 16 años, ganó dos medallas de oro en el Campeonato de Amberes, incluido el codiciado título del concurso completo. Allí presentó al mundo un movimiento pionero en el ejercicio de suelo: el Biles, un doble trazado con medio giro que ya forma parte de la historia de la gimnasia.
Cuando llegó el Campeonato Mundial de 2014 Simone deslumbró a todos y se quedó con cuatro medallas de oro y otras cuatro en el de 2015, en el Campeonato Mundial de Glasgow, Escocia, logrando así la histórica hazaña de convertirse en la primera mujer en ganar tres campeonatos mundiales consecutivos en gimnasia artística. Para los Juegos Olímpicos de Río 2016 Biles no dejó lugar a dudas de sus grandiosas habilidades y se quedó el oro en los ejercicios de salto, suelo, concurso completo y por equipos, además de colgarse el bronce en la viga de equilibrio.
Pero la pesadilla comenzó en Tokio, en plena pandemia: “Estoy lidiando con algunas cosas dentro de mi cabeza, cuando llego a un punto en que empiezo a pensar demasiado, entonces me afecta en la ejecución”, expresó la gimnasta, que capitaneaba el equipo norteamericano, luego de anunciar su retiro en dicha competencia con una medalla de bronce.
Tiempo después de revolucionar el mundo del deporte con su retiro, la gimnasta confesó que detrás de dicho acontecimiento no sólo estaba la presión que se vive en el mundo de los y las atletas de alto rendimiento sino también un hecho que le marcó la vida: Simone Biles fue una de las 250 víctimas de Lawrence Gerard Nassar, médico del equipo de gimnastas norteamericano.
Biles lo confesó en enero de 2018 a través de un comunicado en sus redes sociales: “La mayoría de ustedes me conoce como una chica feliz, graciosa y enérgica. Pero en el último tiempo me sentí rota y, cuanto más trato de apagar esa pequeña voz en mi cabeza, más fuerte me grita. Ya no tengo miedo de contar mi historia. Yo también soy una de las sobrevivientes que sufrió abusos sexuales por parte de Larry Nassar”.
Biles junto a 149 gimnastas más, denunciaron a Nassar y el 24 de enero de 2018 fue condenado a 175 años de prisión por abusar de las deportistas durante más de dos décadas. Las víctimas prestaron declaración, una por una a lo largo de nueve días, y exhibieron sus testimonios frente al hombre que abusó de ellas de manera sistemática y encubierta.
Ante este hecho se cuestionó a los organismos rectores que permitieron la sucesión de los abusos durante 20 años, desde el campeonato nacional estadounidense de 1986 de concurso individual de gimnasia.
Durante todos esos años, muchas de las víctimas narraron lo que Nassar les hacía a sus compañeras de equipo, sus padres, sus entrenadores y, como si fuera poco, gente de USA Gymnastics (USAG), pero el mundo adulto, en su mayor parte, no ofreció respuestas. Nassar era una eminencia, tanto en el Equipo Olímpico de Gimnasia como en la Universidad Estatal de Michigan, otra de las instituciones acusadas de permitir sus numerosos abusos. Para dimensionar el grado de impunidad: Steve Penny, uno de los ex presidentes de USAG arrestado por manipulación de evidencia, llegó a reconocer que, desde el organismo, no le enviaban a la policía los informes sobre las acusaciones.
Finalmente, en abril de 2024, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó que desembolsaría nada menos que u$d 138,7 millones para compensar a centenares de víctimas de abusos sexuales por parte de Nassar.
La histórica Biles volvió a las pistas de París 2024 más fuerte, con una sonrisa que ilumina la villa y además con nuevos elementos que la hacen la mejor de todas. La joven de tan solo 27 años llegó a la final emanando una liviandad y volando con su estilo que la caracteriza consagrándose como una leyenda.
