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El sexting y el envío de fotos eróticas a través de celulares son prácticas cada vez más comunes, pero requieren tratar temas sobre derecho a la privacidad y al derecho a decidir sobre el propio cuerpo y la propia imagen. Desde Coding Rights elaboraron un manual para hacerlo de manera segura.
Las formas de seducción se modifican y se reconfiguran todo el tiempo. En la actualidad se utiliza la tecnología para expresar prácticamente todo. Así que no debería escandalizar que también la forma de expresar la sexualidad y afectos esté relacionada con el celular, por ejemplo. Al fin y al cabo, es seguramente el primer objeto que tomamos en la mañana y el último que dejamos en la noche.
Tanto es así, que desde hace algunos años se utiliza el término sexting para referirse al envío a través de celulares de mensajes con contenido erótico, entre dos o más personas y con consentimiento. Siempre con consentimiento. Que quede claro.
Una imagen vale más que mil palabras
En esta práctica de seducción, de las palabras se puede, o no, pasar a las fotos. La frase “Send Nudes” se ha popularizado en internet, ha sido causa de rupturas en relaciones de amistad y amor, también ha marcado el inicio de relaciones. En fin, es un intercambio (más) entre personas que se tienen la suficiente confianza para compartir este tipo de contenido.
Los más conservadores se alejan de este tipo de prácticas, dado el inmenso riesgo que esto representa al difundirse en internet. Hay quienes al ver una fotografía de este tipo rotando en la web argumentan: “¿Por qué se toman ese tipo de fotos si saben que se pueden filtrar?”, pues la respuesta es simple: es tu cuerpo, es tu decisión.
Sin embargo, ello no exime del peligro de que alguna imagen íntima se filtre. Es por esto que la organización brasilera Coding Rights elaboró el manual “Safer Nudes” en el que explican cómo enviar un nude de forma segura y recomiendan qué hacer en caso de ser afectados por algún descuido o mala intensión.
Hecho el goce, hecha la trampa
Suele suceder que no siempre los mensajes se manejan en ámbitos de confianza. O a veces, ámbitos que se creían de confianza, se transforman en hostiles, por ejemplo, a partir de una ruptura. Puede suceder que videos o fotos compartidos en confianza, sean expuestos en redes sociales, compartidos en grupos o con otras personas.
La publicación no consentida de imágenes y videos íntimos por medios electrónicos es una forma de violencia de género contra las mujeres heterosexuales y personas LGBTIQ
Romper la confidencialidad y que este tipo de fotos salgan a la palestra pública, desgraciadamente es muy habitual. Por eso es muy necesario una guía como la que está difundiendo Coding Rights.
Se llama “Guía sexy de seguridad digital” (A sexy Guide to Digital Security en inglés). Según Coding Rights: “Hacer y enviar desnudos es un derecho y también puede ser una práctica de resistencia placentera/gozosa contra el machismo, el conservadurismo, el racismo y la normatividad heterosexual. Compartirlos o publicarlos es y debe ser una opción exclusivamente tuya, haciendo uso de tu derecho a la privacidad”.
En esta innovadora guía Coding Rights presenta algunas estrategias y herramientas que pueden ayudar a proteger o compartir este tipo de imágenes online de manera segura. “Nos atreveríamos a decir que la gran mayoría de nosotras y nosotros anhela enviar y recibir nudes (desnudos) todo el día, todos los días. Y también creemos que la privacidad de sus comunicaciones es un derecho y que la decisión de publicar o guardas tus nudes debe ser exclusivamente tuya”.
Para empezar, hablan abiertamente de cómo es bueno que “disfrutemos de nosotras mismas” y “si queremos hacernos fotos, lo hagamos”. En la guía, se dan tips sobre diferentes aplicaciones que ayudarán a evitar mostrar el rostro, tatuajes, marcas de nacimiento… además de eliminar los metadatos. Los metadatos son datos que describen otros datos. Cuando sacamos una foto con el celular, quedan registrados la hora y la fecha, el modelo del celular, el sistema operativo, y, el más sensible de todos, la ubicación geográfica, que revela la ubicación exacta del usuario/a. Antes de tomar fotografías podés deshabilitar los permisos de ubicación para la cámara.
Canales seguros
Aunque puede sonar engorroso, es necesario utilizar canales seguros para compartir fotos o videos de desnudos. “Una aplicación confiable para compartir cosas íntimas debería ser software libre, ofrecer cifrado de principio a fin, bloqueo para capturar pantalla, mensajes que se autodestruyen, que se borran de los dispositivos y los servidores, no debe requerir correo electrónico, número de teléfono o nombre real como datos de suscripción”. Una opción segura es Signal, disponible para android, iphone y tiene una versión de escritorio.
El sitio web acoso.online ofrece información jurídica y recomendaciones para denunciar y resistir a cualquier caso de difusión de imágenes íntimas de manera no consentida.
También, para denunciar o bloquear contenido online, se pueden utilizar los videotutoriales de Con Vos en la Web en www.convosenlaweb.gob.ar.
Practiques o no sexting, te fotografíes con más o menos ropa, puedes leer y descargar la guía en el siguiente link: www.codingrights.org/safernudes
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