Un 10 de marzo de 1997 mataron a Rodo Bulacio. Un brutal crimen de odio que puso fin a su vida, y en el que el fuego intentó borrar su obra artística. Sin embargo, la huella de Rodo en nuestra cultura se mantendría indeleble. Su memoria sigue viva a través de sus amigos y familiares, siendo hoy reconocido como uno de los artistas pop más influyentes de nuestra provincia. Hoy lo podemos nombrar: su asesinato fue un crimen de odio, motivado por su orientación sexual, esta denominación era impensada en el contexto del gobierno democrático del genocida Antonio Domingo Bussi.
Porota Jimenez es la mamá de Rodo y además la guardiana de su legado. A través de la fundación “Las margaritas de Rodo Bulacio” lleva adelante, en su Monteros natal, la misión de mantener vivo el recuerdo del artista. “La Poro” articula acciones con la comunidad y el municipio para que los vecinos conozcan la obra de su hijo. Fue así que en 2022 muchas de las obras que aún se conservan, fueron exhibidas en una muestra retrospectiva en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires, bajo el titulo “Fantasía Marica del Pueblo” e impulsada por la dirección del Palais de Glace. El próximo abril la muestra arribará a tierras tucumanas para conmovernos.
La artista santiagueña Vero Corrales realizó una ilustración para honrar a Rodo Bulacio en el marco de la XII Marcha del Orgullo LGBTIQ+ de Tucumán, que fue realizada en homenaje a Rodo.
El fotógrafo Agustín Indri, fue el encargado de llevar hasta Monteros el regalo para Porota. Pudo inmortalizar en una foto el momento en que “La Poro” recibe en su casa el obsequio de la artista. Rodo la acompañará a todos lados plasmado en su abanico, porque Rodo vive por siempre!
