Desde la Red de Medios Digitales, junto con la Friedrich Ebert Stiftung y el apoyo de la Carrera de Comunicación de la UBA, organizamos la charla titulada “Retos del periodismo del Sur: Diálogos latinoamericanos sobre medios digitales”. Fue llevada a cabo el jueves 19 de mayo, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, donde cuatro exponentes, que activan en medios de comunicación de otros países del continente, comentaron sus experiencias periodísticas, sostenibles y de activismos.
Natalia Uval es periodista de La Diaria, diario cooperativo de Uruguay y fundada en el año 2006. Aseguró que son el segundo diario más leído en su país y que se predisponen a tener “miradas sobre la sociedad que dispute la centralidad. De hecho, nuestro objetivo es descabezar al diario El Conservador”. Para eso, señala que tiene dos desafíos: la sostenibilidad (“ya notamos que hasta los medios tradicionales tienen problemas financieros”) y la construcción de la comunidad que apoye la financiación del proyecto. Y si bien, esa misma comunidad está habituada a recibir información “gratis”, señalan que han contado con el apoyo de suscriptores de la talla de Eduardo Galeano y Mario Benedetti “hasta su muerte”.
Fernanda Paixão es corresponsal de Brasil de Fato, medio de comunicación que lleva 20 años de existencia. El proyecto se creó en el contexto del Foro Social Mundial contra la globalización y del primer triunfo electoral de Lula da Silva en 2002. Brasil de Fato tuvo su primera década en formato papel: “No era fácil, porque los monopolios realizaban boicots”, explicaba Fernanda, a la hora de distribuir las ediciones a los distintos territorios. Con la consolidación de internet, el medio empezó a trabajar en formatos televisivos con los sindicatos y, a la vez, profundizaron su mirada internacionalista, realizando articulaciones en Venezuela, Estados Unidos, Sudáfrica e India; resaltando el rol que tiene el equipo de traductores. “Posicionarnos no significa perdida de calidad”, sentencia la colega, remarcando el contexto que vive su país natal, ante la posibilidad de una derrota electoral de Jair Bolsonaro frente al regreso de Lula: “Disputar espacio con los medios hegemónicos, requiere que discutamos cómo lograr eso. De capacitarnos y formarnos, y lidiando con las contradicciones que tiene el campo progresista”.
Alejandro Valdez Sanabria comentó la experiencia de El Surtidor en Paraguay, país que lo define como un expulsador de trabajadores, primero con la dictadura de Alfredo Stroessner y ahora por su propia economía: “Los dueños de las tierras son los dueños de los medios. Por ende, cero perspectiva sobre los trabajadores”. Apuntando a lo que él llama la “economía de la atención”; Alejandro explicó que El Surtidor interviene en las redes mediante gráficas que recurren a contenido pop: “Creemos que temas super serios se pueden tratar con memes”. Al captar la atención con esas imágenes, se permite construir “una audiencia leal, sobre todo joven y exigente, que se queda corto con lo que te expone una imagen”. Pero resaltó que en su país, la internet es “carísima” como para acceder a todos los contenidos. De ahí que recurrieron a proyectos como miniseries sobre la deforestación en baja resolución. “Les propongo que copien a los medios que más les gusta, sin que les genere asco”, remarcó al defenestrar lo “novedoso” como algo espontáneo.
Finalmente, desde Colombia, Alejandro Gómez Dugand integra La Liga contra el Silencio, donde realizan trabajos de periodismo colaborativo. “En Colombia, tenemos el café, Shakira y de ser uno de los peores lugares del mundo para hacer periodismo. Es un país donde los periodistas no pueden contar todo lo que saben. No es por ser un acto de cobardía, sino para poder salvarse. Es una manera de diluir esos peligros, desde la amenaza que recibimos todo el tiempo”. Considera que para su país, que el periodismo se vuelva colaborativo es “una idea radical”, basado en la publicación simultánea de la misma historia en 17 medios bien diferentes: “Es como una herramienta para protegernos”. Finalmente, señaló que Colombia es un país con escasez de medios, eso lleva a que no haya “competencia, sino estar con alguien con que podamos encontrarnos para hacer trabajos en conjunto”.
Fotos: Tierra Roja
Crónica: La Luna con Gatillo