Todavía en la Argentina se siguen produciendo intervenciones quirúrgicas a niños y niñas interesex con el objetivo de “normalizar” cuerpos que no están enfermos ni en riesgo de salud.
El viernes 14 de mayo, a las 11hs, se realizará una Jornada en contra de la Mutilación Genital Intersex en las escalinatas del Hospital del Niño Jesús. La actividad es impulsada por Argentina Intersex, una organización que surgió en febrero de 2020 en Tucumán como Noa Intersex y que ya trascendió las fronteras locales con la incorporación de Merion Lomari de la provincia se Buenos Aires.
“Las personas intersex nacimos con características sexuales que son distintas a las del común de la gente. Por ejemplo, nacimos con cromosomas, con gónadas y/o con genitales que son distintos a los “masculinos” o “femeninos””, explica Ceci López Bemsch, fundadora de la organización y coordinadora en Tucumán.
Los cuerpos intersexuales son aquellos que poseen características sexuales distintas a las del promedio estadístico, dentro de las categorías femenino/masculino socialmente construidas. A partir de recomendaciones médicas y con el consentimiento de las familias, lxs bebés intersex, sin posibilidad de elección, padecen desde sus primeros días de vida intervenciones quirúrgicas que pueden prolongarse durante años, según cada caso, acompañadas de tratamientos medicamentosos.
Ser intersex no es una enfermedad, sino una forma de diversidad corporal. “En la Argentina, como en otros países del mundo, las personas intersex somos sometidas a intervenciones destinadas a “normalizar” nuestros cuerpos“, denuncian desde la organización. “Esas intervenciones se realizan desde poco después del nacimiento y durante la infancia y la niñez y, por lo tanto, no son consentidas por la propia persona. Tampoco obedecen a una necesidad médica; se realizan para cumplir con estereotipos sexuales y de género”.
Estas intervenciones “normalizantes” incluyen cirugías (por ejemplo, para reducir el tamaño del clítoris cuando es “más grande” que el promedio), tratamientos hormonales y tratamientos mecánicos (por ejemplo, dilataciones vaginales).
En todo el mundo organizaciones intersex que han logrado reunir testimonios de personas que, durante su infancia, han sufrido cirugías mutilantes para que sus cuerpos “encajen” dentro de este paradigma binario. Son la evidencia de las consecuencias negativas que producen esas operaciones. Desde hace años vienen denunciando los abusos y dolores que han padecido y demandan que sean prohibidas.
Con esta actividad, desde Argentina Intersex, “hacemos un llamado de atención a las autoridades encargadas de que estas torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes dejen de reproducirse. Necesitamos una ley que garantice los derechos de las personas intersexuales que han sido históricamente violentados. Una ley que sirva para que ninguna persona en el territorio argentino sea sometida, nunca más a violaciones de los derechos humanos sobre la base de sus características sexuales”.
“Estas torturas a cuerpos intersex se practican en todo el territorio argentino y son facilitadas y pagadas por el Estado bajo la supervisión del Ministerio de Salud de la Nación. A pesar de las continuas críticas públicas a la práctica en Argentina por sobrevivientes de la Mutilación Genital Intersex y expertos legales, hasta el día de hoy, el Estado no solo falla en tomar medidas legislativas, administrativas u otras acciones para prevenir la práctica, sino que de hecho la financia directamente“, explica López Bemsch.
El año pasado ingresó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de “Protección Integral de las Características Sexuales”, de la diputada nacional Gabriela Estévez, elaborado por las propias organizaciones intersex. El objetivo general del proyecto es algo tan básico como que se garantice que en el territorio argentino ninguna persona sea sometida, nunca más, a violaciones a los derechos humanos sobre la base de sus características sexuales.