Denuncian que el joven de 33 años no contaba con las condiciones de seguridad para trabajar a esa altura.
Enzo Orellana tenía 33 años. El pasado 13 de marzo murió tras caer 30 metros de una antena mientras estaba trabajando en una obra en 9 de Julio 535, en la capital tucumana. Esta mañana, familiares realizaron una marcha para pedir justicia y denunciar la responsabilidad empresarial. Aseguran que no contaba con la protección adecuada para el trabajo y que estaba en negro.
Circularon muchas fotos y videos por redes sociales de los momentos previos a que se desplomara la antena, ya que había llamado la atención de vecinos y vecinas que observaban la hazaña que terminaría en tragedia.
“Martín Ruiz Naranjo no tendría que haber dejado subir a mi hermano”, señala Iván, hermano de Enzo. Ruiz Naranjo sería el contratista para el que Orellana trabajaba. “Esa antena se calcula que tiene más de 20 años, se tendría que haber desmontado con una grúa. Pero poner una grúa es más caro. La vida de mi hermano valía 1000 pesos. Estaba en juego su trabajo si no se subía ¿Dónde está la UOCRA, que no se acercó a mi familia, ni al hospital? ¿No se supone que es un sindicato que vela por la vida y la seguridad de los empleados de la construcción?”, asegura Iván en una entrevista con Los Primeros.
“A mi hermano lo mataron Ruiz Naranjo y Galindo. Quiero justicia por mi hermano y porque no haya más trabajadores en negro y trabajadores que sufran lo que hace esta gente, que porque tienen un peso piensan que la vida de los obreros no sirve de nada. No señores, nosotros somos los trabajadores, tienen que valorarnos”, denunció.