Agosto es el mes de la Pachamama, un tiempo sagrado para agradecer, pedir y renovar el vínculo con la madre tierra. En el norte argentino, el 1 de agosto se realiza una ceremonia ancestral donde se ofrendan alimentos, bebidas y deseos a la Pachamama, en señal de respeto y reciprocidad. La fotógrafa Matilde Terán viajó a la Ciudad Sagrada de Quilmes para retratar esta celebración viva, donde comunidad, memoria y territorio se entrelazan en un gesto de profunda conexión espiritual y cultural.











