Entrevistamos a Juliana Gomez Tolosa, ilustradora y diseñadora, es tucumana y tiene 19 años.
Hoy, en pleno 2020, hay tantas producciones como plataformas y formatos nos permiten. Instagram, Tik Tok, Behance o Zoom, nos mantienen en contacto con el universo. Internet nos permite llegar a territorios impensados, desde acacito nomás hasta donde deseemos upitear. Durante la pandemia realizamos muchos cambios, incluso en la forma de hacer cultura. Obras y artistas, se adaptan a nuevos lenguajes.
En esta oportunidad, entrevistamos a Juliana Gomez Tolosa, que se presenta como ilustradora y diseñadora. Es tucumana y tiene 19 años.
La conocimos en Instagram, con una Ilustración sobre Diana Sacayán que realizó en conmemoración de los 5 años de su transfemicidio. En la misma eligió para homenajearla colores y flores, con especial detalle de sombras y tratamiento de pincel “para que no sea siempre todo lúgubre” cuando se trata de recordar a las víctimas de femicidios y transfemicidios.
Desde los 15 que sabe que esto es lo que quiere para ella, y se quiere dedicar al arte, la ilustración, por el resto de su vida. Es una trabajadora del arte. Aunque en teoría aún no cobra por todo su desempeño, en la práctica entrega horas, esfuerzo y cabeza.
Muchos artistas buscan un estilo, una marca personal que los identifique siempre. Juliana en cambio, opina que el estilo es un camino y no una meta, que “mientras se desarrolla la mano se desarrollan las ideas”.
Al observar su estilo, se puede pensar que no fue hecho por la misma persona. Sus decisiones estéticas responden a cada proceso específico, a las necesidades del contexto, la mezcla entre lo que quiere decir y en dónde, además de las capacidades técnicas que dispone cuando la realiza.
Consultada sobre las ideas, o la inspiración para producir, responde segura, “las ideas no vienen, no salen de la nada, hay que ir buscarlas”.
También tiene encargos que llevan investigación, recopilar información, y destaca la importancia de “alimentarse constantemente” de lo que la r.odea.
Asume su lugar y las posibilidades de su rol activo en contacto lo que la preocupa y la interpela.
Con las redes sociales se lleva mal. Considera injusta la dinámica del engagement, de servir todo en bandeja, de ofrecer una muestra gratis que lleva horas de trabajo y depender de un algoritmo para que haya algo a cambio.
Atravesada de temáticas diversas, así como experimentación en técnicas. A veces más seria, profunda, otras provocadora, o simplemente graciosa, pero siempre política. Habla desde ella misma, y desde sus experiencias, lo que cree importante, pero también se permite la posibilidad de relajarse y decir lo que quiere decir y ya. A veces simplemente dibuja lo que le gusta.
“El arte es generar algo que pueda transmitir lo que estás viviendo, sufriendo, sirve para visibilizar o denunciar” reflexiona. Sueña con un mundo en donde todos puedan producir arte, o al menos un mundo que tome conciencia de que las cosas son injustas y hay que cambiarlas.
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