El Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad que conduce Ayelen Mazzina realizó la cuarta edición del festival Nosotras Movemos el Mundo por la Democracia para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras y los 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país. Por primera vez, el festejo salió de la ciudad de Buenos Aires y durante el fin de semana del 11,12 y 13 de marzo se realizó en las provincias de La Rioja, Santiago del Estero, Santa Cruz y La Pampa en articulación con los gobiernos provinciales. El festival va a cerrar el 29 de marzo en Salta.
El ciclo conjugó feria de la economía popular, talleres, conversatorios, teatro sobre Educación Sexual Integral, exposiciones de fotos, mural en vivo, fútbol, radio abierta y show musical con voces locales y el cierre musical. El objetivo fue visibilizar el trabajo artístico que realizan distintas mujeres y personas LGTBI+ para construir y disputar el sentido feminista en sus disciplinas artísticas.
El punto de encuentro del norte grande fue el Centro Cultural del Bicentenario frente a la Plaza Libertad, en la ciudad capital de Santiago del Estero; participaron militantes de las organizaciones Diversidad Valiente Santiagueña (DIVAS), Corriente Pueblo Unido, Somos Barrios de Pie, Ni Una Menos SDE, Identidad Diversa, Movimiento de Trabajadores Excluidos, Movimiento de Mujeres Músicas, entre otras.
Las reflexiones que nos deja
La ministra Ayelen Mazzina visibilizó en el acto de apertura que Santiago del Estero fue la primer provincia que en el año 2000 sancionó la ley de paridad de géneros la cual establece listas de 50% integrada por mujeres y valorizo la democracia como eje político para construir y promover el reconocimiento identitario de las mujeres y diversidades sexuales para ampliar derechos sociales.
El escenario político amerita que se generen acuerdos cada vez más amplios, cuidados colectivos ante el arremetimiento de discursos desmovilizadores, antiderechos, odiantes y la reorganización estratégica de redes territoriales.
Los derechos de la mano de la recuperación democrática y de la militancia de los feminismos han generado una agenda política que no es lineal, hay negociaciones y regulaciones de conflictos permanentes que hacen crecer nuestros debates. La construcción de lazos es por todos lados. No podemos dejar de defender al estado presente y de participar en acciones feministas en nuestros territorios, en nuestros barrios para que lleguen pronto, a nuestras casas.