Ayer, desde las 17.30, una multitud se concentró en el Centro Educativo Trans a Puertas Abiertas, para marchar hasta Plaza Independencia bajo una misma consigna: “Basta de Transfemicidios. Justicia por Ayelén”.
Más de 1.500 personas marcharon ayer en Tucumán para exigir al Estado respuestas ante el travesticidio de Ayelén Gómez y visibilizar las condiciones de vida a las que la mayoría de las mujeres trans están condenadas.
La convocatoria surgió desde el Cetrans, donde amigas y compañeras de Ayelén estudian. Acompañadas de organizaciones sociales, políticas y feministas, las mujeres trans organizaron lo que fue la primer marcha donde su participación fue central. Desde la elección de las consignas hasta el recorrido de la marcha, fueron propuestos por ellas, y ayer, encabezaron una multitudinaria y diversa columna.
LA MARCHA
Desde el Cetrans, en la Av. Brigido Terán al lado de la terminal de ómnibus, pasando por el parque 9 de Julio, donde el cuerpo sin vida de Ayelén fue encontrado y principal epicentro de violencias a las que se enfrentan cotidianamente las mujeres que ejercen la prostitución, subiendo por calle córdoba hasta Plaza Independencia, las consigas retumbaban entre los edificios y los transeúntes. “No hay ni una menos sin las Trans”, “Vecino, vecina no sea indiferente, matan a travestis en la cara de la gente” , “yo sabía que a los proxenetas los cuida la policía”, fueron los cánticos que acompañaron el recorrido.
Por primera vez, las trans y las travas subieron al escenario con la Casa de Gobierno de fondo. Fueron las primeras en tomar la palabra y leer un comunicado donde se puntualizaban los reclamos por los que se marchaba. Repudiaron también la forma en que los medios abordaron el caso, minimizándolo, y la constante estigmatización y naturalización de la violencia contra las personas trans.
“Mi decisión. Mi sello. No te burles, no me toques, no me dañes, no me niegues, no me lastimes. Mi existencia es libre. No me acabes”, dicen las primeras líneas del poema escrito por Luz Barraza. “Yo princesa presa de un dragón que me usa, abusa y ataca. Me rehúso a esperar a mi príncipe social y salgo al combate”, cierra la quinta estrofa del escrito de la mujer trans. Este poema fue impreso y repartido durante la marcha que pedía Justicia por Ayelén.
“Superamos las expectativas en cuanto a convocatoria y mucho más con el acompañamiento de las compañeras trans que fuimos marchando unidas con el fin de pedir justicia por Ayelén”, destacó Mahia, estudiante del CeTrans, al finalizar la multitudinaria marcha. Además contó que luego de la movilización otras mujeres trans se acercaron a ella para sumarse a próximas acciones.
BUENOS AIRES
EL grito de Justicia por Ayelén se hizo eco en otras partes del pais. En Buenos Aires, activistas trans y travestis organizaron una vigilia en simultaneo desde las 15.30 en Plaza de Mayo, que luego se sumo a la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, quienes también adhirieron al reclamo.
En Argentina, la comunidad trans vive en un estado de exclusión constante a raíz de la discriminación que obstaculiza su acceso a derechos básicos, como la educación, la salud, el trabajo y la justicia. Como consecuencia, se estima que el promedio de una persona trans es de 35 años. Muchas llegan a esa edad con graves problemas económicos y habitacionales, sin un adecuado nivel de estudios o experiencia laboral previa. Así, se ven obligadas a vivir en condiciones de precariedad y en un contexto de constante estigmatización, que las conduce al aislamiento y las convierte en víctimas de todo tipo de violencias.
A partir del último informe elaborado por Fundación Huésped en colaboración con la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA), se deriva que 1 de cada 10 mujeres trans sufre agresión física y verbal de las fuerzas de seguridad, a partir de la criminalización de su identidad. De acuerdo al mapa colaborativo de violencia trans, durante el 2016, se registraron al menos 16 asesinatos de trans y travestis.
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